El Uruguay dio esta semana algunos pasos más en su camino hacia una "segunda transición energética", después que en la última década integró con fuerza los molinos de viento y las plantas de generación solar a una matriz que hoy es, en más de 90%, de fuentes renovables.
En carpeta están dos megaproyectos de generación de hidrógeno verde y hay otra iniciativa para instalar un tren de pasajeros que utilice ese recurso.
Este miércoles el Gobierno firmó con la empresa chilena HIF Global un memorando por el proyecto de US$ 6.000 millones que impulsa para la producción de hidrógeno y combustibles verdes en el departamento (provincia) de Paysandú, vecino con Entre Ríos. De concretarse, sería la mayor inversión privada en la historia del país -superando a la realizada para la instalación de cada una de las tres fábricas de pasta de celulosa operativas en el país- y permitiría crear unos 3.000 empleos.
La planta produciría combustibles sintéticos utilizando dióxido de carbono que emerge de las cadenas de biomasa y también hidrógeno verde, que sería generado a partir de energías renovables. Esto "le agrega un producto más a la producción nacional. Es un producto verde, carbono neutral, que genera una nueva rama industrial", destacó en el marco de ese acto el ministro de Relaciones Exteriores del Uruguay, Omar Paganini.
En declaraciones a la radio FM Del Sol, el canciller aclaró que este memorando "no es vinculante" y que se espera que sobre finales de 2024 esté completado el análisis de factibilidad del proyecto, para que el privado tome la decisión de si avanza o no.
Otra iniciativa industrial, manejada por los funcionarios orientales en reserva pero con el mismo entusiasmo que el proyecto de HIF Global, está prevista para el departamento de Rocha, al este del Uruguay. La lleva adelante Alfanar Energía España -una compañía saudí con sede en Madrid- y apunta a la producción de amoníaco e hidrógeno verde, según informó días atrás la revista local Búsqueda.
Hace más de un año que Alfanar, a través de un reconocido estudio jurídico de Montevideo, expresó el interés en invertir en la producción de combustibles verdes en Uruguay y más recientemente presentó a las autoridades el megaproyecto, que incluye la generación de energía renovable a través de "un gran parque" eólico y fotovoltaico que se localizaría entre el balneario La Pedrera y la Barra del Chuy, según la publicación. Con esa infraestructura se generarían los 3.000 megavatios que requeriría la producción de amoníaco e hidrógeno verde, que estaría destinada a la exportación hacia países europeos.
El proyecto de Alfanar involucra una inversión de al menos US$ 6.000 millones, informó Búsqueda. Vinculados a esta iniciativa ya hay inversiones en tierras en Paysandú y Salto, también con vistas a parques de energía renovable.
Otra iniciativa vinculada con el hidrógeno verde apunta al transporte interno. "Nuestro país no se puede amputar la posibilidad de analizar en profundidad la implementación del transporte ferroviario de pasajeros y la multimodalidad en el área", sostuvo el ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero, al firmar este jueves, junto a su colega de Industria, Energía y Minería, Elisa Facio, un memorando de entendimiento con el consorcio francés Setec para concretar un estudio de viabilidad en torno a un servicio de trenes que una las ciudades de Canelones y 25 de Agosto con Montevideo utilizando ese combustible.
La evaluación, que llevará un año, contemplará el posible impacto ambiental y analizará la rentabilidad del proyecto. Una vez que se entregue el estudio de viabilidad, si el Gobierno entiende que es una buena oportunidad, deberá hacer un llamado a operadores ferroviarios que les interese transportar personas por estas vías.
Estos anuncios se enmarcan en una agenda que las autoridades orientales empezaron a empujar con fuerza a partir de una resolución presidencial que, en 2022, creó el programa H2U, integrado por siete ministerios, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, las empresas estatales de energía Ancap y UTE, la Administración Nacional de Puertos y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, entre otros organismos.
El grupo presentó el año pasado una "hoja de ruta del hidrógeno" fijando objetivos. Ahora, el equipo interinstitucional trabaja en un decreto regulatorio específico para este nuevo sector.
