Hace un par de meses, Donald Trump lanzó oficialmente su candidatura presidencial para las elecciones de 2024.
Y, aunque muchos apuntan al gobernador de Florida, Ron DeSantis, como su posible máximo competidor, el martes comenzaron a sumarse más candidatos a la fiesta.
La exembajadora de Trump ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, anunció que será candidata por el Partido Republicano de cara a los comicios presidenciales del año que viene.
Haley, exgobernadora de Carolina del Sur, es hija de dos inmigrantes indios que dirigían una exitosa tienda de ropa en una zona rural de ese Estado.
De 51 años, es considerada una sólida conservadora que tiene la capacidad de abordar cuestiones de género y raza de una manera más creíble que muchos de sus compañeros.
Al igual que Trump, lanzó su candidatura más de 20 meses antes de las elecciones de noviembre de 2024, lo que le da más posibilidades de llamar la atención y recaudar fondos antes de que crezca el campo de candidatos.
Sin embargo, también será uno de los primeros objetivos de Trump, aunque por el momento no parece una amenaza muy seria: una encuesta de Reuters/Ipsos encontró que el 4% de los republicanos apoyaban a Haley, mientras que Trump recibió el apoyo del 43%. Por otra parte, el 31% dijo que apoyaba a DeSantis, pese a que aún no lanzó su candidatura.
A la hora de realizar algunas propuestas, Haley dijo que "es hora de una nueva generación de liderazgo: redescubrir la responsabilidad fiscal, asegurar nuestra frontera y fortalecer nuestro país, nuestro orgullo y nuestro propósito".
Además, recordando su experiencia en política exterior, mencionó que "China y Rusia están en marcha. Todos piensan que podemos ser intimidados, pateados. Deberías saber esto sobre mí: no soporto a los matones. Y cuando les devuelves el golpe, les duele más si llevas tacones".
