Ante la crisis migratoria con Chile, Perú anunció que mantendrá por 60 días el estado de emergencia y la militarización de sus fronteras para reforzar los controles ante la llegada de migrantes.
El gobierno de Dina Boluarte precisó que la medida incluirá restricción de derechos como el de libertad de tránsito y de reunión en los cruces limítrofes con Chile, Bolivia, Brasil, Ecuador y Colombia. Además, las Fuerzas Armadas apoyarán las tareas de la policía en el control interno.
Según Boluarte, el estado de emergencia está encaminado a combatir la inseguridad: "quienes cometen a diario asaltos, robos y demás actos delincuenciales son extranjeros. Por eso tenemos que hablar casi al unísono de migraciones con inseguridad ciudadana".
Los migrantes, entre ellos haitianos y venezolanos y personas de otras nacionalidades, buscan salir de Chile por el endurecimiento de los controles migratorios.
Desde Perú han denunciado a Chile por supuestos videos en los cuales se observa a miembros del Ejército de Chile guiar a un grupo de migrantes por pasos no habilitados para ingresar a territorio peruano.
Según Perú, el problema migratorio está perjudicando el turismo y comercio, debido a que a diario la frontera es bloqueada por parte de extranjeros que buscan ingresar al Perú.
En la ciudad peruana de Tacna, una de las más afectadas, predominan refugiados y migrantes venezolanos, haitianos y, en menor medida, colombianos, según la Organización Internacional para las Migraciones, que afirma que aumentó su asistencia en la zona en un 134%.
