Donald Trump avanza como una locomotora a lo ancho y largo de Estados Unidos y, según la mayoría de los sondeos, tiene altas probabilidades de volver a la Casa Blanca a partir de 2025.
Por ello, teniendo en cuenta lo controvertido y polémico que es el líder republicano, importantes dirigentes mundiales han mostrado su preocupación por su posible triunfo.
Por ejemplo, tanto el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, como la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, dejaron en claro que una victoria de Trump sería peligrosa para sus respectivas regiones.
En esta línea, teniendo en cuenta las críticas de Trump a la OTAN, quien también podría estar preocupado es el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg.
Sin embargo, el miércoles, el propio dirigente le restó importancia a los temores de que una reelección de Trump pudiese debilitar la alianza de defensa.
"Creo que Estados Unidos seguirá siendo un aliado incondicional de la OTAN, independientemente del resultado de las elecciones, porque es de interés para Estados Unidos", dijo en una entrevista.
Durante su presidencia, Trump amenazó repetidamente con retirarse de la alianza y recortó la financiación de defensa a la OTAN, además de quejarse de que Estados Unidos estaba pagando más de lo que le correspondía.
Sin embargo, Stoltenberg explicó que trabajó "con él durante cuatro años y lo escuché atentamente, porque la principal crítica ha sido que los aliados de la OTAN gastan muy poco en la OTAN".
Por ello, recordó que él mismo ha estado presionando a los estados miembros para que aumenten el gasto en defensa: "Se ha entendido el mensaje de Estados Unidos de que los aliados europeos tenían que dar un paso al frente y realmente están avanzando en la dirección correcta".
