Todo listo en España para que Pedro Sánchez vaya en busca de un nuevo mandato: el próximo jueves, el Parlamento votará su investidura y todo hace indicar que se terminará concretando.
La semana pasada, el PSOE llegó a un acuerdo con los catalanes: a cambio de los votos de estos últimos para Sánchez, el oficialismo se comprometió a aprobar una ley de amnistía para los dirigentes que impulsaron ilegalmente la independencia de Cataluña en 2017.
Sánchez, en el poder desde 2018, parece seguro de ganar un nuevo mandato por un estrecho margen en la asamblea de 350 miembros, aunque la perspectiva de una amnistía ha llevado a miles de opositores a las calles durante 11 noches seguidas.
Un borrador del proyecto de ley, acordado tras meses de negociaciones con los partidos separatistas catalanes ERC y Junts, eximiría de la amnistía varios delitos, como el terrorismo o los actos que hayan resultado en la muerte.
"A quienes ya tuvieron un proceso administrativo se les cancelará el expediente y las sanciones, y si está abierto se dará por finalizado el procedimiento", explicó el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.
"La amnistía incluirá a directores de escuelas, funcionarios, bomberos y policías", agregó. Según estimaciones de los medios locales, beneficiará a, al menos, 409 acusados de diversos delitos a lo largo de los años, de los cuales unos 73 son policías.
Se espera que su candidatura a la presidencia obtenga 179 votos a favor y 171 en contra, principalmente del conservador Partido Popular y del ultraderechista Vox.
Así, todo hace indicar que la jugada de Sánchez de adelantar las elecciones generales de diciembre a julio salió mejor de lo esperado, pese a que terminó en el segundo lugar.
