En un anuncio más que sorpresivo, este miércoles, Leo Varadkar, primer ministro de Irlanda, dijo que dimitirá a su cargo porque el gobierno de coalición del país tendría más posibilidades de ser reelegido bajo otro líder.
En 2017, Varadkar se convirtió en el primer líder abiertamente gay del país católico, ocupando el cargo hasta 2020.
Pero, tras regresar al poder hace apenas 15 meses, Varadkar comunicó que le había pedido a su partido, Fine Gael, que eligiera un nuevo líder antes de su conferencia anual, el 6 de abril.
Luego, el Parlamento deberá votar por esa persona que lo sucederá como primer ministro después de que regrese de las vacaciones de Pascua, el próximo 9 de abril. Sin embargo, ya está confirmado que se celebrarán elecciones generales a fines de marzo de 2025.
"Mis razones para dimitir son tanto personales como políticas", explicó Varadkar, de 45 años.
"Pero después de una cuidadosa consideración y un poco de examen de conciencia, creo que un nuevo Taoiseach (primer ministro) y un nuevo líder estarán en mejores condiciones que yo para lograr la reelección del gobierno de coalición", agregó.
En este sentido, su sucesor tendrá 12 meses para intentar recuperar la amplia ventaja que en las encuestas de opinión tiene el principal partido opositor, el Sinn Féin, la antigua ala política del Ejército Republicano Irlandés, sobre el Fine Gael y su principal socio de coalición, Fianna Fáil.
Las encuestas sugieren que la actual coalición tripartita también tiene posibilidades de ser reelegida, aunque Fine Gael tendrá que prescindir de alrededor de un tercio de sus legisladores en ejercicio, que han dicho que no buscarán la reelección.
Uno de los favoritos para suceder a Varadkar es el actual ministro de Educación Superior, Simon Harris, quien fue ministro de Salud durante la pandemia.
Además, también figuran los nombres del ministro de Gasto Público, Paschal Donohoe; y la ministra de Justicia, Helen McEntee.
