Por ahora, Joe Biden sigue en carrera
La campaña electoral de Estados Unidos entra en una etapa de definiciones. Siguen pasando los días, y como Joe Biden no tiene la menor intención de dar el paso al costado que algunos estrategas demócratas aconsejaron luego de su desastrosa performance en el debate con Donald Trump, crecen las chances de que finalmente sea candidato.
- La situación es compleja porque su reemplazo también tendría costos políticos dado que demostraría improvisación y la designación de otro candidato podría generar conflictos internos.
Además, no aparece una figura con el atractivo suficiente como para asegurar un mejor resultado que el que obtendría Biden. La alternativa menos traumática sería que su lugar lo ocupase Kamala Harris, pero no es una figura muy popular. Los márgenes para hacer un cambio a esta altura de la campaña son estrechos y tanto los legisladores demócratas como otras figuras partidarias son cautos porque el análisis sobre los costos y beneficios de una renuncia de Biden no arroja un resultado contundente.
Los allegados al Presidente le harán una red de contención para que no se vea expuesto a situaciones que pongan en evidencia su deterioro físico El objetivo inmediato es que Trump no aumente la ventaja que lleva desde hace tiempo en la intención de voto en los estados decisivos y que se incrementó luego del debate.
En el campo republicano, los tiempos apremian porque la semana que viene se realizará la Convención Nacional en Milwaukee y Trump aún no designó a su candidato a vice. Dos senadores aparecen como favoritos: JD Vance de Ohio y Marco Rubio de Florida. Cada uno de ellos tiene sus pros y contras, pero para la mayoría de los analistas, la balanza se inclinaría a favor de Rubio ya que es un candidato atractivo para los votantes latinos que crecen en importancia.
Ambos fueron críticos de Trump en algún momento, pero en los últimos tiempos se mostraron como fervientes defensores del expresidente.