La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) proyectó que, para 2025, el saldo estructural promedio en América Latina y el Caribe alcanzará niveles previos a la pandemia del coronavirus.
La OCDE espera que las regiones experimenten una mejora constante de 2022 a 2025, y las previsiones indican un retorno al -3,4 % del PIB potencial para 2025.
Esta cifra se alinearía con las proyecciones para los países de la OCDE y reflejaría el -3,4 % registrado en 2019.
El saldo fiscal estructural o subyacente es la diferencia entre los ingresos y gastos del gobierno, corregidos para tener en cuenta los efectos que podrían atribuirse al ciclo económico y a eventos puntuales.
En este sentido, la OCDE considera que la pandemia exacerbó los déficits estructurales en la región de América Latina y el Caribe (ALC), debido a una disminución de los ingresos gubernamentales y un aumento del gasto público.
Como resultado, el saldo estructural promedio de ALC se deterioró del -3,4 % del PIB potencial en 2019 al -4,7 % en 2022, mientras que el de la OCDE cayó del -1,38 % al -3,8 % durante el mismo período.
Los pronósticos sugieren que Surinam liderará la recuperación con un aumento de 4,0 puntos porcentuales, seguido por Colombia con 3,6 y Argentina con 2,9.
Para 2025, se espera que solo Surinam y Barbados registren saldos positivos del 0,9 % y el 0,1 % del PIB potencial, respectivamente.
Sin embargo, será gracias a las principales economías de ALC, Argentina y México que mejorará el promedio de ALC para 2025, con -1,2 % y -2,8 % del PIB potencial, respectivamente. Por su parte, se prevé que Brasil alcance el -5,4 % del PIB potencial.
