Aunque la noticia ya se conocía desde el lunes, este miércoles el exvicepresidente de EE.UU., Mike Pence, anunció que desafiará a Donald Trump por la nominación presidencial republicana.
En un discurso en Iowa, Pence, quien fue vicepresidente de Trump, emitió su condena más contundente hasta la fecha de la responsabilidad de magnate en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
"Creo que cualquiera que se ponga por encima de la Constitución nunca debería ser presidente de los Estados Unidos, y cualquiera que le pida a alguien más que lo ponga por encima de la Constitución nunca debería volver a ser presidente de los Estados Unidos", dijo Pence.
En este sentido, dijo que ese día fue "trágico" y agregó que "Trump se equivocó (...) El pueblo estadounidense merece saber que ese día, el presidente Trump también me exigió que eligiera entre él y la Constitución. Ahora los votantes se enfrentarán a la misma elección. Elegí la Constitución y siempre lo haré".
Pence siempre se mostró leal a Trump, pero, como presidente del Senado, se negó a detener la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones de 2020.
Así, Pence se une a un campo repleto de aspirantes republicanos a la Casa Blanca entre los que se encuentran el gobernador de Florida, Ron DeSantis; el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie; y el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum.
Pero para muchos, la postulación de Pence no hace más que favorecer a Trump, ya que esto divide aún más el "voto anti Trump": hoy en día, el magnate tiene una intención de voto del 44%, DeSantis del 19% y Pence del 5%.
Como era de esperar, Pence también calificó como "desastrosa" la presidencia de Biden, culpándolo por la inflación, los altos precios del combustible y por cumplir las órdenes de la "izquierda radical".
Pero, mientras que la interna republicana está que arde, la demócrata ya ha definido que Biden será su candidato, aunque esto también genera problemas: la aprobación actual del mandatario es del 41%, uno de los niveles más bajo de su presidencia.
La economía siguió siendo la principal preocupación de los estadounidenses, a lo que se suma la elevada edad de Biden quien, en caso de ser reelecto, abandonaría el poder en 2028 con 86 años de edad.
