Tras el implante de un marcapasos no programado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que estaba "excelentemente" y que asistiría este lunes a una votación clave para su reforma judicial.
La Knesset (Parlamento de Israel), donde Netanyahu tiene una cómoda mayoría, debe realizar el lunes las lecturas finales de un proyecto de ley que limita los poderes de la Corte Suprema para anular algunas decisiones gubernamentales.
Esta sería la primera reforma escrita en ley de un paquete que, para sus críticos, busca afianzar el poder de Netanyahu, aunque este último insiste en que es necesario para el equilibrio entre las ramas del gobierno.
Netanyahu, de 73 años, fue trasladado de urgencia a un hospital cerca de Tel Aviv el sábado por la noche después de que se le detectó una "arritmia temporal".
"Como pueden ver, lo estoy haciendo excelente", dijo Netanyahu, que se espera que reciba el alta este mismo lunes.
"Estamos realizando esfuerzos para completar la legislación, así como esfuerzos para hacerlo a través del consenso, pero, en cualquier caso, quiero que sepan que mañana por la mañana me reuniré con mis colegas en la Knesset", agregó.
Los legisladores comenzaron a debatir este domingo el proyecto de ley, que modificaría una ley que permite a la Corte Suprema anular las decisiones tomadas por el gobierno y los ministros que considere "irrazonables".
Las reformas propuestas por Netanyahu mantienen extremadamente dividida a la población y, desde hace meses, miles de personas salen diariamente a las calles para protestar.
Según datos de la emisora nacional Kan, el 46% de los israelíes se oponía a la enmienda frente al 35% que estaba a favor y el 19% que estaba indeciso.