Este domingo, miles de personas protestaron en toda España contra el plan del actual presidente, Pedro Sánchez, de conceder amnistía a los separatistas catalanes a cambio de que le den sus votos en el Parlamento para obtener otro mandato.
El pasado jueves, el PSOE llegó a un acuerdo con el partido separatista catalán Junts que incluye la aprobación de una polémica ley que concede amnistía a los condenados por el intento de independencia de Cataluña en 2017.
Como era de esperar, este acuerdo causó conmoción en todo el país y los oponentes conservadores de Sánchez lo acusaron de poner en juego el Estado de derecho para su propio beneficio político.
"No nos callaremos hasta que haya nuevas elecciones", dijo el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, quien en las elecciones de julio terminó primero, pero sin los votos necesarios para llegar a la presidencia.
Según las autoridades, 80.000 personas acudieron a Madrid, mientras que el PP, que había convocado protestas en ciudades de toda España, calculó que cerca de un millón de ciudadanos se movilizaron a lo largo de todo el país.
En Barcelona, la policía local dijo que se manifestaron 6.000 personas, mientras que las cifras alcanzaron las 30.000 en Granada y las 50.000 en Sevilla. También hubo protestas en ciudades como Málaga, Palma y Valencia.
Por su parte, ante la creciente presión, el propio Sánchez, que se cree será investido la próxima semana, pidió "cordura y mesura" a la derecha para que acepte "la legitimidad del próximo gobierno", al advertir que "avanza en una senda reaccionaria hacia el abismo".
"A esa derecha me gustaría dirigirme hoy, al Partido Popular (PP), para pedirles cordura y mesura y para decirles que lo que deben hacer es aceptar el resultado de las urnas, la legitimidad del gobierno que vamos a formar pronto en España", agregó.
Para Sánchez, el apoyo de Junts será fundamental en los próximos años, ya que, con la férrea oposición del PP, que controla el Senado, los socialistas podrían tener dificultades para aprobar leyes que incluyan los presupuestos, arriesgándose a un voto de censura contra el propio mandatario.
