No es ninguna novedad que Elon Musk, quien se considera a sí mismo un defensor de la libertad de expresión, no tiene problema en decir lo que piensa.
Tal es así que en las últimas semanas, tras el "triunfo" de Nicolás Maduro en Venezuela, comenzó a criticar al dictador.
E incluso, luego de ser desafiado por Maduro a una pelea, Musk aseguró que aceptaba el combate y que "si gano, renuncia como dictador de Venezuela. Si él gana, yo le doy un viaje gratis a Marte".
Pero, mientras se esperan más cruces entre Musk y Maduro, el dueño de X encontró un nuevo rival en su red social: ahora, el magnate está criticando a Keir Starmer, primer ministro del Reino Unido.
Desde la semana pasada, importantes disturbios se están desarrollando en todo el territorio británico ya que, luego de una serie de apuñalamientos en Southport, grupos de extrema derecha han arremetido contra comunidades musulmanes.
Al respecto, Starmer apuntó contra las empresas de redes sociales "y a quienes las administran" por permitir que los usuarios inciten a desórdenes violentos en línea.
Además, culpó a las redes sociales por la difusión de afirmaciones falsas de que el sospechoso era un solicitante de asilo sirio que llegó al Reino Unido en 2023 a través de una pequeña embarcación.
"Eso también es un delito. Está ocurriendo en sus instalaciones, y la ley debe cumplirse en todas partes", agregó.
Pero Musk, lejos de rebajar las tensiones, respondió a un video de disturbios para decir que "la guerra civil es inevitable".
Y, como era de esperar, desde Londres no se tomaron para nada bien esas declaraciones: el portavoz de Starmer consideró que "no hay justificación para comentarios como ese" y que "cualquiera que esté azuzando la violencia en línea se enfrentará a todo el peso de la ley".
Además, el primer ministro publicó en las redes sociales que "no toleraremos ataques a mezquitas ni a comunidades musulmanas", a lo que Musk respondió: "¿No deberían preocuparse los ataques a *todas* las comunidades?".
Además, el magnate llamó a Starmer #TwoTierKeir en referencia a las acusaciones de que la policía está favoreciendo a algunos manifestantes sobre otros.
