La cumbre CELAC-Unión Europea ya es historia. Y, aunque la misma estuvo centrada en fortalecer los lazos entre América Latina y el Viejo Continente, también sirvió para avanzar en agendas más bilaterales como son los acuerdos comerciales entre la UE, por un lado, y Mercosur y México, por el otro.
Respecto al pacto UE-Mercosur, el mismo se firmó en 2019, pero aún no ha sido ratificado debido a algunas exigencias climáticas europeas.
Por ello, durante la cumbre en Bruselas, el presidente brasileño, Lula da Silva, quien ostenta el liderazgo rotatorio del bloque regional, hizo una propuesta para "equilibrar" el acuerdo con la UE. Principalmente, el bloque americano exige más financiamiento para la transición energética, para las pequeñas y medianas empresas y un proceso de integración birregional de las cadenas de valor.
Este martes, quien se expresó al respecto fue el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou: "Basta de palabras de 25 años de negociación. A mí me cuesta mucho explicarles a mis hijos adolescentes que llevamos 25 años en ponernos de acuerdo con este mundo que ha cambiado tanto".
En este sentido, agregó que ve "como una buena cosa" los ánimos de acordar entre los líderes de ambos bloques en un mundo "tan interconectado y vertiginoso" en el que se debe trabajar para "recuperar la confianza".
Tras una reunión con los miembros del Mercosur, la Comisión Europea difundió un comunicado en el que "reafirmaron su determinación de trabajar en pro de la celebración del acuerdo entre la UE y el Mercosur para finales de 2023, y de resolver todas las cuestiones pendientes de conformidad con las prioridades y preocupaciones de cada parte".
Por otra parte, la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, dijo que está "segura" de que la UE y México concluirán las negociaciones sobre un tratado de libre comercio actualizado en los próximos meses.
