Este martes, Finlandia se unirá formalmente a la OTAN, expandiendo el número de miembros de la alianza a 31.
Finlandia, que tiene una frontera de 1.300 km con Rusia, solicitó su ingreso a la OTAN pocos meses después de que Vladimir Putin ordenara invadir Ucrania.
Y ahora, tras el visto bueno de Turquía, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, confirmó que este martes "daremos la bienvenida a Finlandia como el miembro número 31 de la OTAN, haciendo que Finlandia sea más segura y que nuestra alianza sea más fuerte".
"Izaremos la bandera finlandesa por primera vez aquí en la sede de la OTAN. Será un buen día para la seguridad de Finlandia, para la seguridad nórdica y para la OTAN en su conjunto", agregó.
Para el país nórdico, su adhesión a la OTAN significa que, gracias al artículo 5, estará protegida por todos los demás miembros en caso de ser atacada. Dada la importancia del suceso, el presidente finlandés, Sauli Niinisto, confirmó que viajará a Bruselas para participar en la ceremonia.
Además, Stoltenberg se refirió al argumento ruso de que atacó Ucrania porque esta quería unirse a la OTAN y consideró que "el presidente Putin fue a la guerra contra Ucrania con el claro objetivo de reducir la OTAN (...) Está recibiendo exactamente lo contrario".
Mientras tanto, Turquía sigue retrasando la solicitud de Suecia, ya que considera que este último alberga a miembros de lo que Ankara considera grupos terroristas. Por ello, exige su extradición como un paso hacia la ratificación de la membresía sueca.
Por otra parte, como era de esperar, desde Moscú no se tomaron para nada bien la noticia: el viceministro de Relaciones Exteriores, Alexander Grushko, dijo que Rusia reforzará sus fuerzas en el oeste y el noroeste.
Grushko explicó que "en caso de que las fuerzas y los recursos de otros miembros de la OTAN se desplieguen en Finlandia, tomaremos medidas adicionales para garantizar de manera confiable la seguridad militar de Rusia".
