La nave espacial de Rusia, Luna-25, entró este miércoles en la órbita lunar, dando un paso más que importante de cara a su objetivo de convertirse en el primer país en aterrizar en el polo sur de la Luna.
Luna-25, que despegó el pasado viernes, tardó cinco días y casi 10 horas en llegar a la órbita del satélite natural. A partir de ahora, dará la vuelta a la Luna durante otros cinco días y luego cambiará de rumbo para un aterrizaje suave en el polo sur el 21 de agosto.
En el caso de que la misión sea exitosa, Luna-25 aterrizaría tan solo dos días antes que la sonda Chandrayaan-3, de India, que fue lanzada el 14 de julio y entró en la órbita lunar a principios de este mes.
Chandrayaan-3, que alunizaría el próximo 23 de agosto, también buscaba que India se convirtiera en el primer país en aterrizar en el polo sur de la Luna, pero parece que Rusia lo superará.
Aunque Luna-25 despegó mucho más tarde, la ventaja de Rusia respecto a la India es que su nave está tomando una trayectoria más directa hacia el satélite gracias a que lleva una carga útil más liviana y tiene más almacenamiento de combustible.
El Luna-25, que tiene aproximadamente el tamaño de un automóvil pequeño, tendrá como objetivo operar durante un año en el polo sur, donde los científicos de la NASA y otras agencias espaciales han detectado supuestos rastros de agua congelada.
Ninguna nave espacial rusa ha entrado en órbita lunar desde Luna-24, la misión lunar de la Unión Soviética en 1976.
Según el director general de Roscosmos, Yuri Borísov, el módulo de aterrizaje automático Luna-26 será lanzado en 2027, la misión Luna-27 volará en 2028 y el módulo Luna-28 despegará después de 2030.
