Me interesa iniciar esta columna lanzando preguntas ya desde el título, ¿por qué esperamos a otra Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP)? Agregaría: ¿cómo esperarla?
Casi con naturalidad nos acostumbramos a anunciar, escribir, revisar y evaluar resultados de reuniones internacionales sobre distintos aspectos de suma trascendencia ambiental, social y económica.
Quizás las COP sobre Cambio Climático son las más conocidas por sus implicancias, pero... ¿Son las únicas? ¿Por qué esperar con tanta expectativa otra COP? ¿Cuáles son sus avances reales? ¿Será que nos acostumbramos a esas instancias sin tomar real dimensión de lo que implican?
Les propongo revisar algunas frases de líderes, conclusiones de informes y de eventos climáticos que tuvieron lugar desde la última COP, que se celebró entre el 6 y el 20 de noviembre de 2022 en Egipto:
"La única sorpresa es la velocidad del cambio. El cambio climático está aquí. Es aterrador. Y es apenas el comienzo. La era del calentamiento global ha terminado. La era de la ebullición global ha llegado", dijo Antonio Guterres, Secretario General de la ONU.
Según la Organización Meteorológica Mundial y el Servicio Copernicus de la Comisión Europea en julio de 2023 se experimentó "el lapso de tres semanas más caluroso, los tres días más calientes y las temperaturas oceánicas más altas para esta época del año que se hayan documentado nunca".
En Argentina, la campaña agrícola 2022/2023 fue 54,3% inferior en producción a causa de la sequía que afectó al país.
Sumado a lo anterior, y ya ampliando la escala temporal, es preciso destacar que de acuerdo a la ONU "los riesgos meteorológicos, climáticos e hidrológicos causaron cerca de 12.000 catástrofes entre 1970 y 2021, afectando principalmente a países en desarrollo".
Quizás para dimensionar lo anterior, es necesario aclarar siempre basados en la misma fuente, "que el clima extremo causó dos millones de muertes y costó cuatro billones de dólares en los últimos 50 años".
A partir de estos datos, me permito proponer otras preguntas: ¿cómo no esperar otra COP sobre Cambio Climático? ¿Cómo podemos contribuir en sus alcances? ¿Naturalizar las COP puede ser indicio que estamos cada vez más involucrados todos en la problemática del cambio climático y las estrategias de adaptación y mitigación?
Si revisamos la participación de Argentina en la COP 27 podemos destacar declaraciones concretas que tuvieron lugar, como la Declaración Conjunta Público Privada del sector agropecuario frente a la CMNUCC "Compromiso de la Argentina en Materia de Seguridad Alimentaria y Producción Sostenible" y el Documento Final de la Reunión de Altas Autoridades de Cambio Climático de la CELAC cuya presidencia pro témpore era de Argentina.
También podemos mencionar compromisos concretos de Argentina en materia de Cambio Climático: recordemos que, en 2020, nuestro país, en la presentación de su segunda NDC (Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional), realizó una actualización de su compromiso respecto a la limitación de emisiones de gases de efecto invernadero, es decir, presentó una meta de mitigación más ambiciosa respecto a la anunciada en 2016.
Así las cosas, y en vísperas de una nueva COP, que tendrá lugar del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubai, comienzo a concluir con más preguntas: ¿Sólo los países pueden motorizar acciones climáticas? ¿Las acciones climáticas sólo surgen como iniciativas de los sectores gubernamentales? ¿Podemos como ciudadanos promover acciones climáticas y contribuir en el cumplimiento de los compromisos respecto al clima?
En ese sentido, recordemos que la COP 28 reúne líderes de gobiernos, negocios, ONG y sociedad civil. Recomiendo a los lectores abordar la carta elaborada por la Presidencia COP.
En esta oportunidad, las prioridades de la presidencia antes mencionada son cuatro: acelerar la transición energética y reducir las emisiones para 2030, financiar la acción climática (cumplir las promesas y sentar las bases para un nuevo acuerdo global), colocar en el centro de la acción climática a la naturaleza, personas, vidas y medios de vida, como también promover una alta participación de jóvenes y con mayor inclusión (alta delegaciones con representaciones paritarias y la asistencia de comunidades indígenas).
La COP 28 posee el lema "Unir. Actuar. Cumplir" y sobre ella existen grandes expectativas en materia de avances concretos.
Asimismo, tendrán lugar en este encuentro intercambios sobre los resultados del balance mundial del Acuerdo de París. Tal es la trascendencia de la discusión sobre el Balance, que el Secretario Ejecutivo de Cambio Climático de la ONU indica que "este informe pone las cartas sobre la mesa" y que "existe aún una ventana de oportunidad que se está cerrando rápidamente para asegurar un futuro habitable y sostenible".
Continuando la revisión sobre las expectativas de esta cumbre, a nivel regional encontramos que durante la COP 28 se destaca la existencia de un pabellón de la Casa de las Agricultura de las Américas (espacio de los 34 estados miembros y socios estratégicos del sector privado) que representará al sector agroalimentario del continente.
El mismo, fue presentado por el Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), a los embajadores y diplomáticos de países de América Latina y el Caribe acreditados ante los Emiratos Árabes Unidos, donde señaló también que "la premisa es posicionar al sector agropecuario de las Américas en las negociaciones ambientales como parte de la solución a la crisis climática y exhibir las transformaciones que viene llevando adelante el sector productivo en la región en favor de una mayor sostenibilidad".
Asimismo, de cara a la COP 28, desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en el marco de la apertura de la XXX Reunión de Ministros de Medio Ambiente del Mercosur, se convocó a "consolidar la unidad de la región".
En esa línea, el ministro de esa cartera señaló: "Como Mercosur, representamos el 3,3% de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero también un altísimo porcentaje de servicios ecosistémicos. Ni hablar de América Latina y el Caribe, representamos el 40 % de la biodiversidad del mundo. Entonces tenemos que hacer valer nuestra posición como Mercosur, como sur global, como América Latina".
Luego de este recorrido y esperando haber realizado un resumen interesante para nuestros lectores, concluyo con una sola pregunta: ¿tenemos que esperar a la siguiente COP para luchar desde nuestro lugar contra el cambio climático? Claro que no. La década de acción para el cumplimiento de los ODS ya inició, te invito a sumarte.
