Tras lo que parece ser un retorno de Recep Tayyip Erdogan a las políticas monterías ortodoxas, este miércoles la lira turca se desplomó 7,6%, a un mínimo histórico frente al dólar, en lo que fue su mayor liquidación desde el histórico desplome de 2021.
Para los operadores esto fue una "fuerte señal" de que Ankara se está alejando de los controles estatales hacia un mercado libre divisas.
La lira, que ha perdido el 90% de su valor frente al dólar en la última década, llegó a cotizarse a 23,29 por dólar, lo que llevó las pérdidas este año a casi el 20%. Algunos analistas esperan que próximamente la lira se debilite hacia un rango de 25-28 frente al dólar.
En parte, la crisis de la lira está relacionada con que, antes de ser reelecto, y para fomentar la inversión, Erdogan ordenó bajar varias veces las tasas de interés pese a la elevada inflación que el año pasado llegó a ser del 85%.
En este sentido, las autoridades han asumido un papel activo en los mercados de divisas, utilizando decenas de miles de millones de dólares de reservas solo este año para mantener estable la lira.
Pero Erdogan dio un giro en U el fin de semana cuando nombró a Mehmet Simsek, un ex viceprimer ministro que es bien considerado por los inversionistas extranjeros, como ministro de finanzas.
Simsek adelantó que la política económica necesitaba volver a un terreno "racional" y que "no había soluciones rápidas" para la política.
Además, Erodgan está considerando nombrar a Hafize Gaye Erkan, alta ejecutiva financiera de Estados Unidos, como gobernadora del banco central.
