El índice de precios al consumidor amplio en Brasil subió 10,06% en 2021, el registro más alto desde 2015. En 2020 el incremento había sido de 4,52%. De todas maneras, en diciembre se observó una desaceleración intermensual porque el índice subió 0,73% mientras que en noviembre lo había hecho al 0,95% y en octubre, el mes de mayor alza el año pasado, alcanzó a 1,25%.
Entre los rubros que superaron el índice general en diciembre se destaca Alimentos y Bebidas (que fue menor que el promedio el año pasado) e Indumentaria mientras que Transporte se ubicó por debajo como consecuencia de la estabilización de los precios de los combustibles, pero fue el que más subió en 2021.
Los datos de Brasil son concordantes con los de casi todos los países del mundo que sufrieron una aceleración de la tasa de inflación que superó todos los pronósticos. Una pauta de ello es que la meta fijada por el Banco Central era de 3,75%.
Pero también siguiendo la tendencia global, el mercado proyecta una inflación mucho menor para este año ya que sería de 5,03%, por lo que podría estar cerca de cumplir con la meta que se estableció en 3,5%, pero con un margen de tolerancia para arriba o para abajo de 1,5 punto porcentual.
La desaceleración del índice de precios será consecuencia, entre otros factores, de una suba de la tasa de interés que desde el 9,25% actual llegaría al 11,75% durante este año según estima el mercado. Eso llevaría también a una leve revaluación del real.
