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La crisis de refugiados de Venezuela abruma a Colombia: "No tenemos más dinero"

20 septiembre de 2019

Colombia espera que el número de refugiados venezolanos dentro de sus fronteras aumente de 1.4 millones a 3 millones para 2021 si la crisis actual continúa, dijo el embajador Francisco Santos a los periodistas en una sesión informativa ayer, y agregó, "soy sincero, si es que va a 3 millones, no tenemos el dinero ".

El éxodo de Venezuela ahora compite con el de países devastados como Siria, lo que ya provocó que Ecuador y Perú estén tomando medidas para detener el flujo de refugiados. Pero aún no Colombia: "Con este gobierno, con este presidente, esa será la política: abrir puertas", dijo Santos.

Si bien dijo que el manejo de la crisis en Colombia debería ser un ejemplo para el mundo, está "causando grandes problemas, especialmente en los presupuestos de salud, los presupuestos de educación".

"Incluso el pueblo más pequeño de Colombia tiene inmigrantes venezolanos, y muchos", afirmó Santos. En grandes ciudades como Bogotá, "hasta el idioma en las calles está cambiando".

Es un fenómeno nuevo para Colombia. El país no ha visto una gran ola de inmigración desde que llegaron del Imperio Otomano hace más de un siglo, dijo Santos.

“Estoy muy sorprendido de cómo la gente los recibió. Creo que la solidaridad ha sido enorme. Pero también creo que la tensión está comenzando a aumentar debido a los números. Estamos empezando a escuchar un discurso diferente".

"No sabemos", admitió Santos cuando se le preguntó cómo Colombia manejará esto a largo plazo. Dijo que se necesitaba más ayuda de Estados Unidos y Europa, así como de organizaciones internacionales.

El mundo no ha visto un número tan asombroso de personas que huyen de la violencia, la persecución y la desesperación desde la Segunda Guerra Mundial, y los países que habían ofrecido un lugar seguro están comenzando a rechazarlas.

Recientemente, Estados Unidos se negó a ofrecer el estado de protección temporal (TPS) a los refugiados de Bahamas a raíz del huracán Dorian, una manifestación particularmente marcada por los esfuerzos de la administración Trump para cerrar las fronteras de Estados Unidos a casi todos los refugiados y solicitantes de asilo.

La gran mayoría de las personas desplazadas huyen no a los países occidentales ricos, sino a sus vecinos. Es allí donde los esfuerzos para frenar las protecciones se sienten con mayor intensidad.

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