Este jueves, tras el exitoso alunizaje de India en agosto, Japón lanzará su propia nave espacial con destino a la Luna.
Con esta misión, Japón aspira a convertirse en el quinto país en aterrizar una nave espacial en la superficie lunar tras lo logrado por Estados Unidos y la Unión Soviética en el siglo XX, y por China e India en el siglo XXI.
La misión de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) está programada para despegar del Centro Espacial Tanegashima, en el sur de Japón, según Mitsubishi Heavy Industries, que supervisa los lanzamientos de JAXA y construye el cohete H-IIA, que transporta el módulo de aterrizaje.
La nave Smart Lander for Investigating Moon (SLIM), denominada "francotirador lunar" por JAXA, aterrizará en la cara visible de la Luna, cerca de Mare Nectaris, una cuenca lunar que es una de las manchas oscuras visibles del satélite.
La nave es apodada "francotirador" debido a su tecnología de aterrizaje de precisión y tiene como objetivo demostrar la capacidad de Japón para poner una nave liviana y de bajo costo en la Luna a 100 metros de un lugar de aterrizaje designado utilizando un sistema avanzado de navegación visual.
Con ella se intentará ingresar en una era de "aterrizar donde queramos" y no "donde podamos". Se espera que la misión, de US$ 100 millones, llegue a la Luna en febrero.
La misión también muestra los esfuerzos de Japón por construir una industria espacial propia: el módulo de aterrizaje fue ensamblado por Mitsubishi Electric, utilizando sus radares de aterrizaje, computadoras y transpondedor. Sharp Corp suministró las células solares y Meisei Electric las cámaras de navegación.
