Durante más de dos décadas, se ha debatido el ya célebre acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, un pacto destinado a beneficiar a más de 800 millones de personas en estas dos regiones. En un giro significativo, el ahora excanciller Santiago Cafiero se negó a firmar el acuerdo durante la pasada cumbre celebrada el 7 de diciembre en Río de Janeiro. En este contexto, el actual Gobierno encabezado por Javier Milei busca concretar este acuerdo.
La Delegación del Mercosur en el Parlamento Europeo, liderada por el Eurodiputado Jordi Cañas, y la Delegación de la Unión Europea en Argentina, encabezada por el embajador Amador Sánchez Rico, sostuvieron una reunión con la canciller Diana Mondino y la vicepresidenta Victoria Villarruel.
En exclusiva para El Economista hablamos con el embajador Sánchez Rico, quien nos dio las primeras declaraciones desde la toma de posesión del nuevo Gobierno, asegurando que "no hay nadie con los que nos hayamos reunido que está en contra del acuerdo, muchos mensajes esperanzadores".
En el discurso anual de Ursula von der Leyen al Parlmenteo en Estrasburgo dijo que quiere cerrar el acuerdo para fin de este año. ¿Qué tan cerca estamos?
Creo que estamos muy cerca de lograrlo. Hemos avanzado significativamente desde el punto de vista técnico y ahora es cuestión de voluntad política de ambas partes. Después de 20 años de negociaciones, hemos arrastrado los pies durante mucho tiempo. Somos dos regiones compatibles y complementarias, y en un mundo cada vez más complejo y desafiante, debemos apostar por socios confiables. Estoy convencido de que los argentinos vivirían mucho mejor con este acuerdo que sin él. A principios de 2024, creo que lograremos este hito y pasaremos a la segunda etapa, que es la ratificación. Aunque aún no hemos llegado a ese punto, primero debemos concluir las negociaciones.
La Delegación del Mercosur en el Parlamento Europeo vino a Buenos Aires y a Rosario, ¿qué paso y qué impresiones dejaron estas reuniones?
Es la primera visita de alto nivel de Bruselas desde la presidencia del nuevo presidente, Javier Milei. Se trató de una visita del Parlamento Europeo, en este caso, la Comisión de Mercosur, cuyos miembros provienen de diferentes nacionalidades y tienen diversas ideologías políticas. El propósito de esta visita fue establecer canales de comunicación con las nuevas autoridades. Durante la visita, se llevaron a cabo reuniones con el Ejecutivo, representado por la canciller y el Legislativo, con la presidenta del Senado y el presidente del Congreso. Además, se realizaron encuentros con la sociedad civil, incluyendo varias reuniones con ONGs y sindicatos como la CGT. Se visitó la ciudad de Rosario, un importante centro productivo en materia agrícola, y se mantuvieron reuniones con cámaras de comercio, entre otros sectores. Esta visita fue muy constructiva, y concluyo que no hay ninguna entidad con la que nos hayamos reunido que esté en contra de este acuerdo. Hasta ahora, solo hemos recibido mensajes positivos. Estoy muy optimista de que pronto alcanzaremos resultados concretos.
¿Qué papel jugo la presideinca española en el consejo de la Unión Europea (UE)?
La presidencia española de seis meses ha supuesto un impulso significativo en las relaciones entre la Unión Europea y América Latina. Sin embargo, en este momento, la negociación está en manos de la Unión Europea. La presidencia no negocia directamente. Son los representantes con el mandato específico de la Unión Europea quienes llevan a cabo las negociaciones, y es en este punto donde continuaremos con el mismo enfoque que hemos mantenido hasta ahora, con una gran voluntad y compromiso para llevar adelante este acuerdo. La Presedecia española sin duda ha marcado un antes y un despues entre las relaciones de estas dos regiones
La atracción del mercado europeo ha propiciado que se consolide como una potencia normativa. En el contexto de este acuerdo, surge el interrogante sobre la implementación de medidas como la prohibición del ingreso de productos derivados de la tala de árboles en la Amazonia. ¿Cómo se podría verificar la legitimidad de la precedencia?
Este acuerdo es ambicioso e inédito, algo sin precedentes para ambos lados del Atlántico. No es solamente un acuerdo comercial: es un acuerdo geopolítico. Aunque involucra números, también abarca capítulos de cooperación y política, dividido en estas tres áreas fundamentales (Política, Comercio y Cooperación ). Esta pregunta toca un poco estas tres áreas. La meta es alcanzar una mayor convergencia entre la Unión Europea y el bloque Mercosur aprovechando la oportunidad para que el bloque Mercosur, compuesto por cuatro países muy cerrados, ingrese a un mercado de 400 millones de habitantes, un centro de comercio mundial altamente integrado. Somos compatibles y muy complementarios en el tipo de productos que uno importaría y el otro exportaría. La convergencia es crucial, especialmente en términos de estándares de calidad y sostenibilidad. Estos son los temas que estamos negociando ahora, ya que aunque el acuerdo se cerró en 2019, estamos trabajando en instrumentos adicionales, como la "side letter", que es una especie de compromiso adicional en materia de ambiente. Estamos progresando en este aspecto, y espero que a principios de 2024 podamos anunciar que hemos concluido las negociaciones con éxito y que la deforestación, la lucha contra el cambio climático y los estándares medioambientales serán parte integral de este acuerdo, con obligaciones mutuas para ambas partes.
La Unión Europea, especialmente desde 2019 con la Comisión von der Leyen, ha adoptado una agenda verde ambiciosa: el Pacto Verde. Esto implica numerosas medidas en protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, con un efecto extraterritorial. No podemos exigirles más a nuestras empresas que a las que provienen de fuera. Debemos ser equitativos y aplicar el mismo nivel de exigencias tanto a los productos que vienen de Europa como a los que provienen de otros lugares. Es aquí donde el acuerdo podría abordar las preocupaciones de los ciudadanos en materia de medio ambiente. Entonces, ¿cómo lo vamos a hacer? En el capítulo de cooperación, planeamos desarrollar proyectos concretos de observación, trazabilidad, intercambio de experiencias, etc. Argentina tiene un gran potencial en esto, con iniciativas de reforestación y un sistema de paisajes productivos protegidos (PPP), especialmente en la zona de Gran Chaco, que es muy interesante. Hay muchas experiencias de compañías como Ledesma, por ejemplo. Un sistema que combina la explotación de la tierra y la reforestación; esta es el tipo de experiencia que queremos replicar y multiplicar. Debemos aprovechar al máximo el capítulo de cooperación.
