En un momento en el que el control de la inmigración está en el centro de la agenda europea, España informó que, en 2023, alrededor de 57.000 inmigrantes entraron irregularmente en su territorio.
Específicamente, según el Ministerio del Interior, 56.852 inmigrantes entraron ilegalmente en España por tierra o mar en 2023, lo que representó un aumento interanual del 82% y la cifra más alta desde 2018, cuando se registraron 64.298 llegadas.
En este sentido, las Islas Canarias representaron la mayor parte de las llegadas (39.910). Allí, la cifra fue un 154% más que el año anterior y superó el récord anterior del archipiélago, cuando en 2006 llegaron 31.678 personas.
Ante la tensa situación, el gobierno español intensificó el año pasado sus contactos con autoridades de países como Senegal y Mauritania para intentar revertir la tendencia.
Sin embargo, el año no ha comenzado muy bien al respecto, ya que el flujo de inmigrantes continuó a principios de 2024 y los servicios de emergencia regionales informaron el lunes de que 287 personas habían llegado a las islas.
Ante la crisis, la ministra de Migraciones de España, Elma Saiz, visitó el archipiélago para reunirse con las autoridades y les dijo que "no están solos" a la hora de hacer frente a la afluencia.
Además, Saiz elogió el nuevo acuerdo migratorio de la Unión Europea, alcanzado en diciembre, que busca repartir el costo y el trabajo de acoger a los inmigrantes de manera más equitativa y limitar el número de personas que ingresan al Viejo Continente.
