Para Argentina, que actualmente convive con una inflación de más del 100%, un IPC del 6% o 7% parece un sueño muy lejano. Sin embargo, para algunos países incluso esa cifra es un dolor de cabeza.
En julio, la inflación minorista anual de India alcanzó su nivel más alto en 15 meses debido a que los precios de las verduras y los cereales se dispararon, superando todas las expectativas del mercado y presionando al gobierno para que tome medidas a fin de reducirlos.
La inflación minorista anual de India aumentó considerablemente hasta el 7,44% en julio desde el 4,87% del mes anterior, superando ampliamente el extremo superior de la banda de inflación del Banco Central, que oscilaba del 2% al 6%.
Pero la cosa se complica aún más si se desglosan las cifras, ya que la inflación de los alimentos, que representa casi la mitad de la canasta general de precios al consumidor, alcanzó un asombroso 11,51% en julio, en comparación con el 4,49% de junio.
La semana pasada, el Banco de la Reserva de la India elevó su pronóstico de inflación para el año fiscal actual al 5,4% desde el 5,1% anterior.
Esa misma semana, el Banco Central indio mantuvo estable su tasa de interés y buscó reducir la cantidad de efectivo en el sistema bancario a medida que resurgían las preocupaciones por la inflación.
Sin embargo, dos datos muy preocupantes seguramente lo harán actuar más activamente: por un lado, la inflación de cereales en julio aumentó a 13,04% desde 12,7% en junio, a lo que se suma que la inflación vegetal subió la escalofriante cifra de 37,34% tras una caída del 1% en el mes anterior.
Por ello, se espera que el gobierno del primer ministro, Narendra Modi, tenga que importar trigo en los próximos meses para enfriar los precios, antes de las elecciones estatales y nacionales de 2024.
India prohibió las exportaciones de arroz blanco no basmati el mes pasado, lo que se sumó a las restricciones a las exportaciones de trigo. Ahora está considerando suprimir los derechos de importación del 40% sobre el trigo.
