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Elecciones en Francia: Macron no se quiere ir del Elíseo aún

El presidente francés irá en busca de su reelección, aunque todo se definiría en un balotaje dentro de dos semanas

El próximo domingo se llevará a cabo la duodécima elección presidencial en Francia.
El próximo domingo se llevará a cabo la duodécima elección presidencial en Francia.
Damián Cichero 08 abril de 2022

El próximo domingo 10 de abril se llevará a cabo la duodécima elección presidencial de la Quinta República Francesa.

El presidente Emmanuel Macron, que irá en busca de su reelección, ya tendría su lugar asegurado en el balotaje del 24 de abril. Esto se debe a que, pese a que obtendría cerca de 30% de los votos, no le alcanzaría para imponerse en la primera vuelta. 

Una de las grandes cuestiones es quién será su rival en el balotaje. Por el momento, con un poco más de 20% de los votos, es la derechista Marine Le Pen quien pica en punta. Sin embargo, al menos tres candidatos más tienen chances reales de competir. 

Los candidatos

Aunque hay más de 10 candidatos, Macron es el favorito de cara a los comicios y todos los sondeos aseguran que será reelecto en la segunda vuelta con su partido La República en Marcha. 

Sin embargo, después de un primer mandato marcado por el malestar social y la pandemia del coronavirus, no todos creen que su triunfo esté asegurado. 

Aunque en los últimos meses los ocupantes del tan ansiado segundo lugar han ido variando, hoy en día es la nacionalista Le Pen, de Agrupación Nacional, quien ha crecido exponencialmente en los sondeos, registrando mejores números que en 2017, y acecha a Macron. 

Sin embargo, para el actual mandatario, un enfrentamiento con Le Pen no sería una mala noticia: por un lado, en 2017, la derrotó en el balotaje con el 66% de los votos. Por el otro, los votantes franceses siempre han mantenido fuera a los partidos de extrema derecha.

El otro representante de la extrema derecha que tiene chances reales de llegar al balotaje es el experiodista Eric Zemmour del partido Reconquista, quien durante mucho tiempo ocupó el segundo lugar en los sondeos. Sin embargo, su apoyo ha disminuido y, hoy en día, tendría una intención de voto del 13%. 

Por otra parte, se encuentra la moderada Valérie Pécresse, que competirá con el partido Los Republicanos e intentará que la histórica derecha republicana francesa vuelva al poder. 

Pécresse, que se encuentra entre la centroderecha de Macron y la extrema derecha de Le Pen y Zemmour, también ocupó el segundo lugar en las encuestas durante varias semanas e incluso se consideró que podía llegar a convertirse en la primera presidenta en la historia de Francia. Sin embargo, actualmente posee una intención de voto de entre el 10% y el 13%. 

Por último, se encuentra el único representante de la izquierda con chances reales: Jean-Luc Mélenchon. 

Con el tradicional Partido Socialista en crisis, Mélenchon competirá con el partido Francia Insumisa y, sorpresivamente, algunas encuestas aseguran que ocupa el tercer lugar, con una intención de voto del 14%. 

Las propuestas

En general, todos los candidatos mantienen claras diferencias y, únicamente, coinciden en mantener activa la histórica política de energía nuclear de Francia y reforzar la lucha contra el cambio climático. 

  • Macron

El líder más joven de Francia desde Napoléon continuará presionando para que la Unión Europea sea más independiente de Estados Unidos tanto militar como económicamente.

Prometió elevar la edad mínima jubilatoria de los actuales 62 a los 65 años, recortar los impuestos en 15.000 millones de euros, relajar aún más las reglas del mercado laboral y reformar el seguro de desempleo. 

Por otra parte, sobre la inmigración, hará que los permisos de residencia a largo plazo estén condicionados a un examen de francés y empleo, y expulsará a los alborotadores extranjeros.

  • Le Pen y Zemmour

Ninguno de los dos buscará la salida de Francia de la UE, aunque quieren que los poderes de toma de decisiones se devuelvan a los estados miembros del bloque y que su país abandone la OTAN. Son “euroescépticos”.

Respecto a la inmigración y el islam, ambos proponen detener la reunificación familiar, retirar la residencia a los migrantes que estén sin trabajo por varios meses, eliminar la ciudadanía por derecho de nacimiento y prohibir el hiyab en los espacios públicos.

Las mayores diferencias entre ambos candidatos se encuentran en las propuestas económicas: aunque ambos prometen reducir los impuestos, mientras que Zemmour buscará aumentar la edad jubilatoria a 64 años, Le Pen no solo mantendrá la actual, sino que la reducirá a los 60 años para quienes hayan trabajado desde los 20.

  • Pécresse

Al igual que Macron, quiere elevar la edad jubilatoria a los 65 y recortará 150.000 puestos de trabajo en el sector público.

Además, impondrá cuotas de inmigración por país y por tipo de trabajo, y no habrá derecho automático a la ciudadanía francesa para los nacidos en Francia de padres extranjeros. Ella misma se reconoce como pro UE y pro OTAN.

  • Mélenchon

Congelaría los precios, aumentaría los salarios y fortalecería los servicios públicos para aumentar el poder adquisitivo de los franceses. Además, bajaría la edad de jubilación de 62 a 60 años.

Mantiene una postura menos radical en las cuestiones migratorias y es muy crítico tanto de la UE como de la OTAN. 

El Mercosur observa con atención 

Aunque las elecciones en Francia son un hecho de importancia en sí debido a la historia y el poderío del país europeo, hay un tema que las hace aún más interesantes para la región: el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur.

Actualmente, Francia es uno de los países que se opone a aprobar el acuerdo por supuestas cuestiones climáticas. Desde París alegan que se necesitan “garantías concretas y verificables” sobre deforestación y otras actividades contaminantes si se quiere aprobar el mismo. 

Sin embargo, no es ningún misterio que la verdadera preocupación de Francia es cómo se vería afectado su sector agrícola si el pacto entra en vigor. 

Esto se debe a que Francia es la principal potencia agrícola de la UE, aunque no está ni cerca de igualar los niveles de producción de la Argentina o Brasil. Por lo que, si el acuerdo de libre comercio se implementa, su sector tendría menores posibilidades de competir.

Al igual que en otros países, este rubro se caracteriza por tener un fuerte poder de “lobby” y, hoy en día, es uno de los sectores que más presionan para que el acuerdo comercial no sea ratificado. 

En ese sentido, aunque este asunto no ha sido abordado por los principales candidatos, ninguno se muestra dispuesto a enfrentarse con el “campo” en este momento e, incluso, Macron ha salido en busca de su apoyo. 

Hace unas semanas, el líder francés presentó un plan basado en la “interdependencia agrícola” que buscará “producir más”, aun si esto conlleva a priorizar los objetivos en el rubro por sobre las metas climáticas de la UE. 

“Francia llevará a cabo una adaptación de la estrategia europea 'Farm To Fork' (de la granja al tenedor)”, agregó. 

Así, indirectamente, confirmó que seguirá oponiéndose a algunas cláusulas que reducen o liberan los aranceles de los productos procedentes del Mercosur y que la ratificación del tan ansiado acuerdo deberá seguir esperando. ¿Para siempre? Quizás. 

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