Todo listo en el Reino Unido para lo que será la ceremonia de despedida de la reina Isabel II este lunes feriado para todos los británicos.
Desde ayer a la tarde, ya no se admitieron más personas en la cola de más de 5 kilómetros para observar el féretro con los restos de Isabel, el cual será trasladado a la abadía de Westminster para los funerales.
La trascendencia del evento solo puede compararse con el funeral, en 1965, del exprimer ministro Winston Churchill, que condujo el país durante la Segunda Guerra Mundial.
En este sentido, importantes líderes mundial, como el estadounidense Joe Biden y sus pares de Francia, Emmanuel Macron; Brasil, Jair Bolsonaro; e Italia, Sergio Mattarella; asistirán a las exequias. Además, a ellos se sumarán los monarcas de España, Suecia, Noruega, Luxemburgo, Mónaco, Bélgica y Holanda, y el emperador japonés Naruhito.
El subcomisario adjunto de Scotland Yard, Stuart Cundy, dijo que la concentración de tantos mandatarios, y el funeral en general, suponen un reto de seguridad "mayor que los Juegos Olímpicos de Londres de 2012".
Biden, que llegó a Londres el sábado por la noche junto a su esposa Jill, le expresó "a todo el pueblo de Inglaterra, a todo el pueblo del Reino Unido, nuestros corazones están con ustedes".
Además, tras firmar un libro de condolencias y rendir homenaje frente al féretro, le dijo a Carlos III: "Fuiste afortunado de haberla tenido durante 70 años, todos lo éramos. El mundo es mejor por ella".
Los funerales arrancarán con el traslado del ataúd desde la capilla ardiente instalada en el Parlamento británico, en la sala Westminster, a la abadía que está a pocos metros.
A las 11 (7 horas de la Argentina) empezará el servicio fúnebre oficiado por el deán de Westminster, David Hoyle, y con un sermón de Justin Welby, líder de la Iglesia anglicana, de la que el rey de Inglaterra es cabeza desde el siglo XVI.
Luego, el féretro recorrerá las calles de Londres hasta el arco de Wellington, en Hyde Park Corner, en un cortejo en el que se espera 1 millón de personas. Desde allí saldrá en coche hasta el castillo de Windsor, a unos 30 kilómetros, en donde se realizará un servicio privado y el entierro.
