Como esperaba la mayoría del mercado, el Banco Central Europeo subió medio punto la tasa de depósito y la llevó de 1,50% a 2%.
Al igual que la Reserva Federal el día anterior dejó atrás las subas de 75 puntos básicos, pero advirtió que el ajuste monetario continuará porque la prioridad sigue siendo bajar la tasa de inflación que de acuerdo a las nuevas proyecciones económicas de la entidad será de 6,3% en 2023.
- Las proyecciones de septiembre apuntaban a 5,5%.
Pero más allá del deterioro en las perspectivas para el año que viene, los analistas estiman que la inflación habría tocado su techo porque se moderaron los precios de la energía que fueron los que habían sido determinantes para impulsarla.
También se ajustó la proyección de crecimiento para 2023 que pasó de 0,9% en septiembre a 0,5% en la estimación dada a conocer hoy.
A su vez, el BCE admite la posibilidad de que la zona euro sufra una recesión técnica al contraerse la actividad en dos trimestres consecutivos: el último de este año y el primero de 2023.
El BCE aplicó una restricción monetaria sin precedentes dado que en solo seis meses subió las tasas que regula en 250 puntos básicos. Y su titular, Christine Lagarde anticipó que se vienen más subas "significativas" de la tasa de interés, que según las proyecciones del mercado, treparían hasta el 3%.
La entidad también anunció que a partir de marzo comenzará a reducir su balance a un ritmo de 15.000 millones de euros por mes.
