En las últimas semanas, los desastres naturales han dado que hablar, especialmente desde que un histórico terremoto, de 7,8 puntos de potencia, golpeó a Turquía y Siria, dejando un estremecedor saldo de más de 47.000 muertos.
Pero ahora, otro desastre natural se ha hecho presente mucho más cerca de la Argentina: más de 680 milímetros de lluvias cayeron en São Sebastião, en el estado de San Pablo, provocando que, hasta el momento, 44 personas perdieran la vida.
Además, otros de los municipios afectados fueron Ubatuba, Ilhabela, Caraguatatuba, Bertioga, Santo y Guarujá.
Por ello, mientras la búsqueda de sobrevivientes continúa, el gobernador de San Pablo, Tarcisio de Freitas, recomendó a los turistas que aún se encuentran en la costa norte del estado que abandonen la zona.
Hasta el momento, Freitas liberó 7 millones de reales (alrededor de US$ 1,5 millones) para tareas de rescate.
Los deslaves de lodo y las inundaciones afectaron a barrios humildes ubicados en los morros por lo que más de 2.500 personas debieron dejar sus viviendas.
El lunes, el presidente Lula da Silva interrumpió sus días de descanso en el estado de Bahía y visitó las zonas afectadas, donde prometió reconstruir las viviendas destruidas y llamó a edificar en lugares "seguros".
El año pasado, otro fuerte temporal dejó 241 muertos en la ciudad de Petrópolis, en Río de Janeiro.
