Corea del Norte, por primera vez desde 2017, probó lo que se sospecha que fue un misil balístico intercontinental, según funcionarios de Corea del Sur y Japón, lo que generó nuevas alarmas sobre su capacidad para atacar a Estados Unidos.
El misil de largo alcance prohibido, que según Japón voló a una altitud de 6.000 kilómetros y cubrió una distancia de 1.100 kilómetros, amenaza con desestabilizar la región en un momento en que el Gobierno de EE.UU. y gran parte del mundo están consumidos por la guerra en Ucrania.
- La noticia de la prueba salió a la luz justo cuando los líderes occidentales se reunían en Bruselas para tres cumbres de alto riesgo para discutir su respuesta a la crisis de Ucrania.
- Es el undécimo lanzamiento de misiles del año por parte de Corea del Norte, pero la prueba de mayor alcance desde que el líder norcoreano, Kim Jong-un, impuso una moratoria sobre los misiles balísticos intercontinentales y las pruebas nucleares para buscar la diplomacia con el expresidente Donald Trump.
"Este lanzamiento es una violación descarada de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y aumenta innecesariamente las tensiones y corre el riesgo de desestabilizar la situación de seguridad en la región", dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un comunicado.
- "La puerta no se ha cerrado a la diplomacia, pero Pyongyang debe cesar de inmediato sus acciones desestabilizadoras".
- "Estados Unidos tomará todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la patria estadounidense y la República de Corea y los aliados japoneses".
El ejército de Corea del Sur dijo que disparó múltiples misiles en respuesta a la prueba de Corea del Norte el jueves para demostrar sus capacidades de "represalia" y "ataque de precisión".
