En las primarias republicanas, el expresidente Donald Trump ganó en todos los estados con la excepción del pequeño Vermont por lo que quedó muy cerca de reunir los 1.215 delegados necesarios para ser proclamado candidato presidencial en la Convención partidaria que se realizará en julio. Su rival, Nikki Haley, solo fue medianamente competitiva en unos pocos lugares, principalmente del noreste como Massachusetts.
El triunfo de Trump fue particularmente holgado en los distritos fuertemente republicanos del sur del país como Texas.
- También se impuso con mayor amplitud en aquellos sectores sociales que tradicionalmente lo apoyan, entre ellos, los que tienen menor educación formal.
Hay pocas dudas que Trump cuenta con el apoyo mayoritario de las estructuras del Partido Republicano.
Pero también las primarias fueron un llamado de atención de cara a noviembre porque en varios distritos Haley obtuvo más del 30% de los votos, lo que indica que hay sectores republicanos que consideran que Trump no es el mejor candidato para ganarle a Joe Biden.
Además, Haley obtuvo sus mejores resultados en lugares que son considerados clave porque suelen ser muy reñidos en las elecciones generales.
Por eso, una de las tareas de Trump en los próximos días será tender puentes a Haley y tener un mensaje de acercamiento los que la votaron porque necesitará su apoyo en noviembre para lograr un objetivo que comparten: evitar un segundo mandato de Biden.
En su discurso al cierre del supermartes, Trump pensó en noviembre, sin ninguna mención a Haley, con fuertes críticas a la actual gestión, en el terreno económico, la política exterior y la laxitud en el combate a la inmigración ilegal.
