La semana que se inicia será intensa en información económica relevante. El punto más alto será la decisión del Banco Central Europeo de reducir en un cuarto de punto la tasa de interés. Dará ese paso el miércoles a pesar de que el viernes se conoció que hubo una aceleración de la tasa de inflación que pasó de 2,4% en abril a 2,6% en mayo.
De esta manera, el rumbo de la política monetaria en la zona euro será diferente al de Estados Unidos porque la Reserva Federal no recortará la tasa, como mínimo, hasta septiembre.
Como el diferencial de tasas es el principal factor para explicar la cotización de las distintas monedas cabe esperar un debilitamiento del euro frente al dólar. El BCE asume un riesgo porque eso podría acelerar la inflación en la zona euro, aunque le daría un impulso al nivel de actividad.
El otro dato relevante para el mercado será la difusión de los indicadores laborales de Estados Unidos correspondientes a mayo. Se estima que el mes pasado se crearon 190.000 empleos, una leve aceleración con relación a abril. La tasa de desempleo se habría mantenido en el 3,9%. Son datos que no generarán un cambio en la estrategia de la Fed.
En la América Latina, habrá dos datos que concentrarán la atención. Por un lado, la inflación en México que se habría acelerado por tercer mes consecutivo lo que pondría en duda el recorte de la tasa que el mercado espera para fin de mes.
Por otro, Brasil dará a conocer una suba del PIB en el primer trimestre de este año luego del estancamiento registrado en el segundo semestre de 2023.
