Brice Oligui Nguema, quien lideró el golpe de Estado en contra del presidente de Gabón, Ali Bongo, prestó juramento como presidente interino.
En el octavo golpe de Estado en África Occidental y Central en tres años, oficiales del ejército liderados por el general Nguema tomaron el poder el 30 de agosto, minutos después de un anuncio de que Bongo había ganado una elección que anularon y dijeron que no era creíble.
Nguema recibió una gran ovación de oficiales y militares cuando llegó a la ceremonia, y nuevamente después de prestar juramento ante un panel de jueces del Tribunal Constitucional.
En un discurso, Nguema propuso reformas que incluyen una nueva constitución que se adoptará mediante referéndum, nuevos códigos electorales y penales, y medidas para priorizar a los bancos y empresas locales para el desarrollo económico.
También dijo que los exiliados políticos serían bienvenidos y los prisioneros políticos serían liberados.
Interrumpido repetidamente por vítores, describió el golpe, que puso fin a 56 años de poder de la familia Bongo en el país productor de petróleo, como un momento de liberación nacional y una manifestación de la voluntad de Dios.
"Cuando el pueblo es aplastado por sus líderes es el ejército el que les devuelve su dignidad. Pueblo de Gabón, hoy por fin llegan los tiempos de felicidad con los que soñaron nuestros antepasados", agregó.
Además, Nguema reiteró que su administración organizaría elecciones libres, aunque no dio un calendario: "Después de esta transición, pretendemos devolver el poder a los civiles organizando nuevas elecciones que serán libres, transparentes, creíbles y pacíficas".
