La economía alemana creció 0,3% en el último trimestre de 2020 y no 0,1% como se había informado inicialmente. La suba de exportaciones por la mayor demanda global evitó que el PIB bajase. De esta manera, la caída anual se ubicó en el 4,9% luego de grandes oscilaciones con una abrupta retracción en el segundo trimestre y una fuerte recuperación en el tercero. La desaceleración de la actividad en el último tramo del año pasado obedeció a las medidas restrictivas que se tomaron para hacer frente al rebrote del coronavirus.
Como las condiciones no se modificaron en el arranque de 2021 dado que el proceso de vacunación viene muy lento, los analistas estiman que la principal economía de Europa se contraerá 1,5% en el primer trimestre.
Pero hay coincidencia en que a partir de segundo comenzará una recuperación vigorosa asentada, una vez más, en las exportaciones de la industria. El índice sobre la confianza de los empresarios, que publicó el instituto Ifo el lunes, dejó en claro que hay una visión optimista sobre la marcha de la economía en los próximos meses. De todas maneras es clave acelerar el proceso de vacunación dado que hasta ahora solo el 6% de la población fue inoculada mientras que en Estados Unidos el porcentaje llega al 20%.
La recuperación de la economía alemana es fundamental para el resto de las europeas que recién en 2022 volverían al nivel que tenían antes de la pandemia, lo que implica un rezago frente al desempeño de China y Estados Unidos.
