$379
De manual. Cuando Sergio Massa, por pedido de los industriales que pedían "cuidar los dólares" del BCRA, colocó el "dólar Qatar", era cuestión de tiempo para que la cotización más libre (el blue) empalmara con el tipo de cambio que surgió de ponerle más impuestos al oficial (una percepción del 25% a cuenta del impuesto sobre Bienes Personales, además del 30% del Impuesto PAIS y 45% a cuenta Ganancias) para encarecer los viajes al exterior.
La medida comenzó el 12 de octubre con un dólar para turistas emisivos (o sea argentinos) en $314 y un blue en $280, que el primer día saltó $9 más.
Pero la tranquilidad de la cotización paralela le generó al equipo económico la sensación de que, por primera vez en la historia, encarecer un tipo de cambio no iba a provocar que -eventualmente- el otro lo alcanzara. Y, como era obvio, se equivocaron.
En cuatro meses, el blue alcanzó y superó al "dólar Qatar" de Massa. Este martes cerró en $379, $8 más que el día anterior, para ganarle a la batería de impuestos que le pusieron al oficial para encarecerlo de cara al Mundial y a las vacaciones de verano (cerró en $378,50). El blue subió $100 en cuatro meses para superar el "engendro" oficial.
La explicación del mismo Massa acerca de la violenta alza del blue fue casi como una confesión: "En la suba del dólar blue hay una cuestión de sentido común: 350.000 argentinos salieron o están saliendo al exterior. Cuando tienen que elegir llevar dólares o gastar con tarjeta, miran cuánto representa el dólar tarjeta y cuánto el blue o el conocido como Qatar, hacen la cuenta y prefieren comprar el dólar blue, que aparece más abajo y además no tiene el control de la situación fiscal, impositiva".
La pregunta entonces es obvia: ¿Massa sabía que el blue iba subir para arbitrar con el valor más alto que él mismo eligió colocar? Pareciera que sí. Ahora, con un precio (del blue) que trepa $65 en un mes y medio, la pregunta es cuál podría ser la estrategia oficial para frenarlo.
En ese sentido, son pocos (por no decir nulas) las medidas que puede tomar el Gobierno. Porque sí puede hacerlo en los tipos de cambio financieros, como el MEP y el CCL. De hecho, en ambos, lo hace. El FGS de la Anses opera para bajar el MEP todos los días. Es un secreto a voces en la City. Se desconoce si pierde plata (que sería lo más obvio) pero eso no se informa. Pero incluso esas cotizaciones empezaron a levantar.
Claro que la suba del blue no es infinita. Pero pareciera que alcanzó su primer escalón. ¿Cómo sigue? "Va a depender de si finalmente la sequía es tan tremenda como se anuncia, porque si se quedan sin dólares en el oficial todos las pymes van a ir al blue a abastecerse", decía un cambista que tiene a varias empresas de clientes.
"No pueden hacer MEP por las mil restricciones, además porque no saben si hacen quizás no pueden comprar al oficial. Es un descontrol esto. Lo único que les queda es ir a buscar el billete y eso te pega en la demanda. No son sólo argentinos que se van a Miami o Europa como dice Massa", reseñó.
Y es claro: a este precio incluso vuelve a ser "negocio" pasar la tarjeta y no usar el cash. La mayoría de los argentinos que viaja afuera paga algún tipo de impuesto y se lo puede descontar. Y la cotización pari passu entre el blue y el "dólar Qatar" fomentará el tarjeteo.
Por ahora, la historia se cumplió. Subir artificialmente un valor del dólar hace que eventualmente el más libre del mercado lo vaya a buscar. Cuatro meses después, se dio la lógica económica más vieja que la injusticia en la Argentina. Que el dólar siempre busca nuevos máximos.
