En otro buen día para el mercado argentino, con ayuda por recuperación del precio de la soja y del valor del real contra el dólar, la plaza cambiaria local mostró al blue, al MEP y al CCL en baja, ajustándose al crawling peg del 2% mensual.
Y los papeles privados brindan por esa foto, por lo que la Bolsa local brincó de nuevo, con gran volumen, y los ADR argentinos saltaron en bloque hasta 8% en Nueva York.
Lo único que sigue sin arrancar son las reservas, que no suben tras el impacto por el paro portuario de los aceiteros, y eso mantiene a los bonos sin reacción y al riesgo país en las alturas, fuera del crédito internacional.
En medio de todo este movimiento de variables, los analistas de casi todas partes siguen utilizando el término "volatilidad y sintonía fina" para lo que viene. Cada Gobierno, cada banco central irán tomando decisiones a partir de cada dato que vaya mostrando cada economía. En EE.UU., por ejemplo, tras el menor pedido de ayuda por desempleo registrado la semana pasada, ahora la Fed asegura que "no hay prisa para bajar la tasa, hay tiempo para evaluarlo".
Y eso determinó que las tasas largas norteamericanas terminaran el viernes invirtiéndose nuevamente, subiendo las más cortas, pero manteniéndose bajas las de mayores plazos: se pagó 4,5% anual a 1 año de plazo, 3,8% anual a 5 años, 3,9% anual a 10 años y 4,2% anual a 30 años. Y en base a eso, en el exterior el dólar no cambió contra el euro, pero bajó 0,1% contra la libra y en China, 0,3% en Japón y Chile, 0,7% en México y cayó 1% en Brasil, danto muestras de que el súper dólar tiene las horas contadas.
A nivel cambiario local, la potencia exportadora argentina sigue completamente trabada por un paro gremial clave, con los aceiteros paralizando la salida de una venta clave al exterior, sin que la Justicia diga absolutamente nada sobre ese piquete. Así, con el dólar exportador a $1045,06, el BCRA compró apenas US$ 3 millones en el mercado este viernes y al final del día la autoridad monetaria sumó sólo US$ 10 millones a las reservas.
A pesar de eso, con la estrategia de Luis Caputo y Santiago Bausili de comprar dólares al oficial y venderlos en el CCL, los dólares libres cayeron de nuevo y se van poniendo en línea con el crawling peg del 2%, que es lo que manda. Por eso, el dólar blue cayó $20 hasta $1.355, el Senebi cayó $17,17 hasta $1.328,28, el MEP bajó 1$3,87 hasta $1.298,36 y el contado con liquidación bajó $12,19 hasta $1.302,31.
Por lo que la brecha entre oficial y blue bajó al 38% y la del CCL con el mayorista fue del 38%, cuando hace apenas tres semanas superaba un alarmante 60% de diferencia.
Por supuesto, como la exportación está bloqueada, y como el FMI no larga ni un dólar, a pesar de que el Gobierno de Milei está pagándole puntualmente los vencimientos, los DEG no llegan como le entraban con gran puntualidad a Sergio Massa. Y, en consecuencia, con pocos negocios, los bonos argentinos estuvieron mixtos y con eso el riesgo país subió 6 unidades hasta 1.558 puntos básicos, muy lejos de los 800 puntos necesarios como para que el país pueda salir de su estado de iliquidez, y afrontar el 2025 con un crecimiento ciertamente potente.
En papeles privados, mientras ahora se duda sobre la velocidad de baja que tendrá la tasa de la Fed, hubo una nueva suba en la Bolsa de Nueva York, con alza del 0,1% para el Dow, mejora del 0,4% para el S&P y avance del 0,5% para el Nasdaq. Mientras que se anotó una suba del 1,4% en la Bolsa de San Pablo y mejora del 0,3% en la de México.
Pero la estrella de este viernes fue el mercado bursátil local, que siempre se adelanta a lo que los bonos irán recogiendo con retardo.
En una rueda pletórica de sonrisas, con $64.448 millones operados en acciones y $33.943 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 3,5% medida en pesos (pero 5% medida en dólares).
Y por si quedara alguna duda, los ADR argentinos anotaron una suba en bloque del 2% al 8% para TGS, Edenor, Supervielle, Pampa E, Telecom, YPF, Central Puerto, Francés, Cresud, Galicia, IRSA, Macro y Loma Negra, con una sola baja, del 1,6%, para Bioceres.
La debilidad global del súper dólar permitió que los commodities tuvieran un día de alivio. El petróleo subió 0,9%. Los metales preciosos actuaron sostenidos. Hubo un repunte para los metales básicos. En Chicago hubo un firme repunte para la soja y el trigo, no para el maíz. En Rosario mejoró casi todo, a excepción del maíz que estuvo también débil en el puerto santafesino. Y hubo una suba del 1,3% para el Bitcoin con posiciones más débiles para el resto de las criptomonedas.
Para la próxima semana, con expectativa de que se determine alguna conciliación obligatoria con los aceiteros, y que se reflote la exportación normalmente para que vuelvan a subir con más fuerza las reservas, con los dólares libres más controlados, el gran tema será el dato de inflación que marque el miércoles el Indec. El IPC del 5,1% que dio CABA para julio generó dudas, siguen muchos especialistas preguntándose si es sostenible el superávit fiscal.
Pero algunos analistas estiman que si el dato del Indec da cerca de 4%, o menos (porque a nivel nacional los costos de los servicios no son tan caros como en Ciudad de Buenos Aires). Y si se destraba el piquete de los aceiteros, podremos tener a un BCRA que vuelva a sumar reservas, lo cual sería muy bueno para los bonos, y obviamente para buenas noticias en cuando al riesgo país que tanto preocupa.
Como aviso prometedor, la agencia S&P nos empieza a sacar del abismo de "stand alone" y confirma notas soberanas de CCC/C para varios papeles argentinos, esto quizás sea un anticipo de lo que viene a nivel nacional.