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Verna le cambió la letra chica a Macri

19 mayo de 2016

por Norberto Asquini (Editor de la revista pampeana Puradata)

El gobernador de La Pampa, Carlos Verna, fue durante la semana el “díscolo” entre sus pares al anunciar públicamente que no iba a firmar el acuerdo, tal como estaba, para la devolución del 15% de coparticipación que la Nación les retenía a las provincias, a través de la ANSES, desde el pacto fiscal de agosto de 1992. Ayer lo rubricó, pero fue solo después de lograr que el presidente Mauricio Macri cambiara la letra chica del convenio.

Verna fue pionero en el rechazo a la cláusula del convenio propuesto por la gestión nacional que estipulaba que para empezar a cobrar esos dineros se debía renunciar al stock de la deuda, o sea a los fondos acumulados durante los años en que estuvo vigente esta medida. El mandatario pampeano ya tiene iniciado un reclamo judicial en ese sentido, con lo cual la firma del acuerdo tal como estaba hacía caer la demanda que asciende estimativamente a unos $ 7.000 M que se exigen se devuelvan a La Pampa.

El martes en una reunión preparatoria de ministros de Economía provinciales en Córdoba, el titular de la cartera pampeana trasladó la postura de Verna al resto de sus colegas. Ocho provincias gobernadas por el PJ sobre nueve estuvieron de acuerdo y se comprometieron a que el acuerdo no implicara la renuncia a la deuda. Al día siguiente, Nación modificó la cláusula resistida y allanó el convenio. Así, Macri se anotó un triunfo, pero no sin negociar y ceder ante los mandatarios provinciales.

La postura de La Pampa no significó confrontar con Macri, que esperaba con este convenio no sólo resolver un problema financiero de larga data sino además buscar respaldo político.

Verna es uno de los gobernadores justicialistas que hace sentir su peso entre sus pares del interior cuando se debe reclamar o negociar en conjunto con Macri. Pero mantiene con el Presidente una relación cordial, en la que ambos se garantizan la gobernabilidad. En ese sentido, el pampeano sostiene un doble juego: puede apoyar con sus legisladores las iniciativas impulsadas por el macrismo en el Congreso, como fueron las leyes necesarias para destrabar el pago a los holdouts, pero también despegarse y respaldar otras iniciativas incómodas como el proyecto antidespido. Verna se pudo plantar ante Nación por una cuestión de fondo: la provincia es una de las contadas jurisdicciones que no está endeudada, por lo tanto tiene más margen de maniobra para reclamar que la mayoría.

La devolución del 15% de la coparticipación era más que necesaria para la gestión vernista, que se inició con promesas de reactivación para la provincia. Pero la realidad económica le puso un freno de mano a las expectativas planteadas y generadas.

Las cuentas están equilibradas, pero la crisis se ha manifestado en territorio pampeano y el mismo Verna ha dicho reiteradamente que no tiene plata. De hecho, el Presupuesto de 2016 prevé déficit, aunque ya se descartó la toma de deuda a través de bonos, como ha pasado históricamente.

Verna ha reclamado no solo por el 15% de la coparticipación, sino por la deuda que dejó con La Pampa la anterior administración kirchnerista y que llega a los $ 4.000 M. Las negociaciones han sido duras, pero también se han dado algunos gestos. El gobierno macrista le giró $ 400 M para solventar el déficit de las cajas jubilatorias de los empleados públicos, docentes y policías que pertenecen a la Provincia y que están “en rojo”, y se espera otro desembolso similar en igual sentido.

Con juego propio y espalda para sostenerlo, Verna se convirtió en el gobernador que fogoneó una postura firme ante Nación y sus pretensiones para la devolución del 15%. La calificación de “halcón” entre el grupo de los mandatarios provinciales del PJ, no parece errarle a la hora de negociar.

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