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Un sector en caída libre que necesita estímulos

23 mayo de 2016

Si bien las pequeñas y medianas empresas estuvieron en boca de todos los políticos esta semana por la famosa ley antidespidos, la situación de este tipo de compañías es crítica desde hace varios meses. Especialmente de las pymes industriales, cuya producción viene cayendo desde mediados del 2013. Así, de los últimos 33 meses, solo en agosto y septiembre del 2015 las industrias más chicas mostraron un aumento en su actividad.

Pero, empecemos por lo básico. ¿Qué son las pymes? La Secretaría de Emprendedores y de la Pequeña y Mediana Empresa, dependiente del Ministerio de Producción, sostiene que para ser considerada pequeña una compañía industrial no debe vender productos por más de $45.500.000 en un año mientras que se la considera mediana si vende menos de $540 millones. Además, generalmente también se habla de pymes cuando una empresa tiene menos de 200 trabajadores.

Según el informe sectorial de la consultora Claves, en la última década la cantidad de pymes en Argentina aumentó casi 50%, pasando de 400.000 a más de 600.000. De estas firmas, casi el 10% son industrias manufactureras, superadas en términos de representatividad solo por el comercio, los servicios personales y el campo. Asimismo, el Ministerio de Trabajo informa que las micro, pequeñas y medianas empresas representan casi el 95% del total de establecimientos registrados en el país mientras que aportan la mitad de los puestos de trabajo.

“Estamos en el peor de los escenarios: caída de ingresos y aumento excesivos de costos”, explicó a El Economista el vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Vicente Lourenzo. Asimismo, si bien sostuvo que en estos cinco meses del nuevo Gobierno “la mayoría de las pymes estuvieron dando rentabilidad nula o negativa”, se mostró optimista con las medidas que está impulsando el oficialismo y destacó que “es la la primera vez en muchísimos años que se está estudiando un paquete de emergencia para pymes”.

Los datos de la encuesta mensual industrial realizada por CAME, que releva a 250 industrias pymes del país, muestra que los empresarios no piensan que la situación del sector vaya a mejorar en el corto plazo: casi el 80% de las firmas consultadas negó que vaya a realizar inversiones en lo que queda del 2016.

“La pérdida en el capital de trabajo, la caída del comercio con Brasil, las fuertes actualizaciones tarifarias y unas paritarias que parecen estar recalentándose no generan buenas señales para la inversión en el corto plazo”, explicó Gonzalo Vazquez, director de Claves.

En marzo, de los once rubros relevados, diez finalizaron el mes en baja y sólo uno, alimentos y bebidas, tuvo mayores niveles de actividad, impulsada por mayor movimiento en la demanda externa, lo que le permitió compensar la caída local. “A nosotros nos aumentó todo, desde energía hasta la materia prima y la mano de obra. Además, la inflación también le restó poder de compra a nuestros clientes. Esta doble tenaza hizo que Vazquez remarcó que sus proyecciones para las pymes indican que el 2016 “será negativo” en cuanto a la actividad del sector “por tercer año consecutivo”. Desde CAME, por su parte, aseguraron que esperan que “por lo menos para las fiestas haya habido una ruptura de tendencia y que tengamos un fin de año con mucha más actividad”.

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