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Un ojo en las provincias y otro en el Congreso

Los gobernadores pedirán: (I) instrumentos de auxilio financiero por parte de la Nación, (II) el armado de un fixture federal de obras públicas, (III) la devolución del 15% destinado a Anses y (IV) las bases arquitectónicas de una futura ley de coparticipación.

18 mayo de 2016

por Rubén Manasés Achdjian (*)

Hoy, a las diez y media de la mañana, en el Centro Cívico de la ciudad de Córdoba, tendrá lugar el segundo encuentro del Gobierno Nacional con los gobernadores. La reunión será encabezada por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio y, en primera instancia, no ha sido prevista la participación del Presidente en las deliberaciones.

Luego de tres ásperas semanas en las cuales la agenda política y económica giró en torno a los ajustes tarifarios, al incremento sostenido de la inflación y a la ley de emergencia laboral, el Gobierno intenta, por estos días, recuperar su capacidad de iniciativa para reordenar las principales líneas estratégicas de su gestión.

En el encuentro de hoy, los gobernadores tendrán la oportunidad de retomar la discusión sobre sus principales temas de interés: (I) los instrumentos de auxilio financiero por parte de la Nación, (II) el armado de un fixture federal de obras públicas, (III) la devolución del 15% destinado por el Pacto Fiscal de 1992 a financiar el Anses y (IV) las bases arquitectónicas de una futura ley de coparticipación.

Lejos de arribar con las manos vacías, el ministro asiste al encuentro de Córdoba con dos excelentes noticias: un convenio específico para devolver, en el plazo de cinco años, el 15% de la coparticipación indebidamente retenido por el Tesoro y una bolsa de créditos blandos para el financiamiento de las provincias.

Respecto de lo primero, el cronograma de devoluciones diseñado por el gabinete económico responde a los términos ya fijados en el Decreto 406/16 del PEN y contempla la obligación del Estado Nacional de transferir a las administraciones provinciales un monto anual equivalente al 20% del total adeudado. Las transferencias financieras, conforme al texto del convenio pensado por Mauricio Macri y Frigerio, comenzarán a hacerse efectivas a partir del tercer trimestre de este año y se extenderán hasta el año 2020. El compromiso asumido es que, antes de la finalización del presente año, la Nación le gire a las provincias cerca de $ 38.000 M. constituido en efectivo y en títulos.

Asimismo ?y por pedido expreso de los gobernadores durante el encuentro anterior del mes de enero? el convenio deja establecido que la compensación de las deudas que las provincias mantienen con la Nación no podrá superar el 50% del monto que a estas les toque percibir y deja establecido, además, que la suscripción de este instrumento no implica la renuncia de los gobernadores a iniciar eventuales demandas en sede judicial.

Los principales temas fueron: los instrumentos de auxilio financiero por parte de la Nación, el armado de un fixture federal de obras públicas, la devolución del 15% destinado por el Pacto Fiscal de 1992 a financiar el Anses y las bases arquitectónicas de una futura ley de coparticipación.

En cuanto a lo segundo, el Gobierno Nacional utilizará el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) administrado por la Anses para otorgar préstamos a las provincias a tasas realmente promocionales (15% anual para los años 2016 y 2017 y del 12% para los dos años sucesivos), cuyos intereses devengarán por semestres. En el corto y mediano plazos, el pack de beneficios que llega de la mano del ministro representa para las administraciones provinciales una inyección de fondos realmente sustantiva.

El deseo íntimo e inconfesable del Gobierno Nacional es poder direccionar ?en términos de racionalidad fiscal? a esa enorme masa de recursos, pero el propio juego del federalismo argentino lo limita y le impide concretar este deseo: las provincias, se sabe, son entidades autónomas y los fondos que el Estado Federal les devolverá son, para ellas, fondos de libre disponibilidad. El óptimo uso de estos ingresos excepcionales dependerá, en gran parte, del buen juicio de cada gobernador ?un factor subjetivo e imprevisible- y, también, de las necesidades inmediatas que prevalezcan en cada geografía.

Algunos gobernadores los utilizarán para apagar incendios, como podría ser el caso de Santa Cruz o Tierra del Fuego; otros los harán para crear fondos anticíclicos o de garantías para acceder al endeudamiento externo y, algunos otros, para apalancar sus economías locales, por vía de la obra pública o para incrementar el gasto corriente. Esto último no resulta una posibilidad menor, ya que el aumento del empleo público ?y mucho más en los tiempos que corren? aparece, siempre, como una tentación.

El tiempo dirá qué demandas concretas resolverán los gobernadores y cómo terminarán aplicando esta gruesa masa de fondos. Por su parte, el Gobierno Nacional da por descontado que el paquete de ofertas que Frigerio lleva a la reunión será muy bien recibido por los mandatarios provinciales y que solo habrá que ajustar ciertos detalles que son específicos a cada jurisdicción.

Para el Gobierno Nacional, esta es una excelente oportunidad para seguir anunciando buenas noticias mientras transcurre este áspero semestre. Si en el día de hoy el ministro concreta los éxitos esperados, el Presidente podrá seguir surfeando la ola que él mismo inició el pasado lunes, durante el acto de entrega de viviendas sociales en la localidad jujeña de Ledesma.

Si bien la reunión del ministro con los gobernadores había sido concertada hace tiempo, la misma ocurre en un momento más que oportuno para Macri y su equipo. Oportuno porque Frigerio utilizará este foro para reafirmar la posición del Gobierno respecto del proyecto de ley de emergencia laboral que la oposición logró aprobar en la Cámara Alta, pero que aún espera ser tratado en la Cámara Baja.

Sobre este punto, las maniobras que analiza llevar adelante el Gobierno son variadas, pero todas ellas apuntan a impedir su aprobación o bloquear su aplicación efectiva, en el caso de que los esfuerzos que despliegue no logren impedir que la iniciativa se transforme en ley. Una de esas maniobras consiste en introducir modificaciones al proyecto, si su tratamiento avanza en la Cámara Baja; esta es una circunstancia altamente probable, habida cuenta de la existencia de cinco dictámenes distintos que serán tratados en el día de hoy si el cuerpo logra, finalmente, conformar el quórum reglamentario.

De tener éxito la maniobra, el proyecto de ley modificado deberá reingresar a la Cámara Alta. Con miras a esta posibilidad, la reunión de hoy con los gobernadores es ?a los ojos de la administración Macri? una instancia propicia para avanzar en ciertos acuerdos puntuales que permitan desactivar el proyecto cuando los senadores vuelvan a tratarlo. Habrá mucho en juego en esta reunión de gobernadores que, por circunstancias de algún modo aleatorias, tendrá lugar en el mismo momento en que la Cámara Baja esté tratando el proyecto de ley antidespidos que tanto obsesiona al Presidente. El encuentro de hoy en Córdoba aparece, así, como una buena oportunidad para el Gobierno de desandar el clima de confrontación de las últimas semanas y, a la vez, una nueva ocasión para reeditar ?frente a esta compleja coyuntura? la coalición que, hace menos de dos meses, le permitió resolver con éxito la salida del default.

(*) Politólogo y especialista en temas fiscales.

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