La Unión Industrial Argentina (UIA) organizó ayer un seminario bajo el rótulo Desafíos del Sector Industrial en Latinoamérica, en el que se analizaron los casos de nuestro país y de México, así como estrategias de inserción internacional y cuestiones relativas a la competitividad. Con la presencia del subsecretario de Industria de la Nación, Fernando Grasso, el director ejecutivo de la UIA, Diego Coatz, y el Director general adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Manuel Molano.
Con la mirada puesta en un escenario global de virtual estancamiento, proteccionismo y reducción de los flujos de comercio entre naciones, el debate buscó poner sobre la mesa la potencialidad de los sectores industriales en América latina, a partir de definición de estrategias de inserción internacional y políticas industriales acordes.
El comienzo estuvo a cargo del mexicano Manuel Molano, quien expuso acerca de las política de desarrollo productivo en México. Tras presentar una serie de datos comparativos a nivel regional, el experto analizó el deterioro que sufre la competitividad en Latinoamérica, concluyendo que la región no es particularmente competitiva, aunque afirmó que es posible obtener mejores resultados con reformas adecuadas.
Sobre la actualidad argentina, Molano destacó que “si se piensa en una apertura comercial, a mi modo de ver, deben hacerlo en forma selectiva, prestando especial atención a cuidar el modo de relacionarse con China, porque puede generarles un gran daño”. En ese contexto, dejó otras dos precisiones. Respecto del Mercosur, el el economista mexicano calificó al bloque como “una bobita idea”, al tiempo que cuestionó su rol en materia comercial. Por otra parte, Molano se mostró sorpendido por la participación de los impuestos en el PIB argentino.
Integración inteligente
El Subsecretario de Industria de la Nación, Fernando Grasso, calificó de falsa la opción apertura o proteccionismo y se mostró partidario de una integración inteligente, que explore distintos mercados internacionales, considerando el análisis de los casos más sensibles a nivel local.
“La discusión no es apertura o proteccionismo, sino trabajar de forma inteligente para integrarnos al mundo, siguiendo de cerca la sensibilidad de cada caso y si existe la necesidad de hacer transformaciones en algunas unidades productivas vamos a poner recursos”, señaló Grasso.
El funcionario amplió diciendo que el área a su cargo se plantea “una agenda nacional que explore distintas posibilidades a nivel internacional, sin miedos, con inteligencia, tomando cómo punto de partida la situación de nuestros sectores”. Reconoció el papel que le cabe al Gobierno en muchos aspectos que atañen a la competitividad pero aclaró que para avanzar en términos competitivos es indispensable trabajar en la “cadena de intermediarios”. En ese sentido, recordó que “los costos del transporte en camión son altísimos”.
