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Un 2019 desafiante para el empleo

17 diciembre de 2018

Por Matías Ghidini Autor de “Mi Trabajo Ahora” y General Manager de GhidiniRodil

De mayor a menor. Del entusiasmo por la ansiada recuperación a la decepción. Casi con certeza, la demanda laboral ejecutiva acabó en 2018 su peor año en toda la última década. Nada queda hoy de un primer cuatrimestre activo y que, a paso lento, aún crecía. Las crisis financieras y económicas de abril y junio y el errante rumbo económico dibujaron primero el hiring freeze y, más tarde, las temidas desvinculaciones.

La heterogeneidad y diversidad del mercado del trabajo argentino, empero, rescató a algunos sectores, casi siempre los mismos. A la cabeza, la industria de los servicios informáticos y software (IT), con cifras de otro universo. Más de 100.000 empleos aportados por sus casi 5.100 empresas registradas, 90% de éstas posicionales formales, un crecimiento promedio del sector del 12,5% en los últimos 14 años, un aporte anual al producto bruto de U$S 4.000 millones (43% por exportaciones), 11.000 nuevos puestos creados en 2017 y casi 10.000 en 2018. Quienes trabajan en el sector de IT hoy gozan de pleno empleo. Acá están hoy ?y lo estarán por muchos años más? las grandes oportunidades laborales, generando vacantes para tareas y funciones que hoy ni siquiera conocemos, pero serán necesarias en el futuro.

¿Qué otras industrias se salvan del descenso? Un reducido grupo formado por la agroindustria, los servicios financieros y el Oil & Gas. Quizá éste último por encima del resto, muy ayudado por el fenómeno Vaca Muerta, más localmente por las renovadas políticas de Estado de Cambiemos y globalmente por el desafío de energías más limpias y renovables. Hacia Neuquén conviene emigrar aquellos que quieren aumentar sus chances de encontrar una silla vacante en el mundo de la energía. ¿La novedad? Un primo hermano de IT, las fintech, pujantes start ups que nacen en la combinación de la tecnología aplicada al sector financiero y que respiran digitalización entre sus empleados.

De cara al 2019, hoy son aún muy tibias las señales que auguren un inmediato cambio de tendencia. El panorama no aclara y el horizonte permanece oscuro. La última encuesta elaborada por Manpower de Expectativas Netas de Empleo para el primer trimestre del año próximo es lapidaria: por primera vez en 10 años (la última ocasión había sido en 2009), el porcentaje de empresas que esperan disminuir sus dotaciones (11%) superan a aquellas que estiman aumentarlas (8%). El balance arroja un -3% que implica destrucción de puestos de trabajo. ¿Dónde pueden estar entonces las mayores amenazas? Los sectores vinculados directamente al consumo están en zona de riesgo: consumo masivo, retail, bienes durables, automotrices. Sólo aquellos perfiles profesionales especialistas en el core business del negocio pueden estar a salvo y, todo el resto, luchará por sobrevivir.

Ergo, 2019 será un año altamente desafiante para quienes busquen su primer empleo o reinsertarse. Algo de luz puede venir de una eventual reactivación de Brasil (sus perspectivas económicas son hoy favorables) y de otros países de Latinoamérica, hacia donde expatriarse puede ser una alternativa para aquellos ejecutivos con facilidad u oportunidad para el desarraigo. Capacitarse formalmente, en cualquier nivel de educación (maestría, posgrado, tecnicatura, curso, especialización), siempre es una decisión que suma herramientas en la mochila. Argentina hoy transita un sombrío laberinto laboral que precisa de profundas decisiones y reformas para empezar a otear la salida.

Mientras tanto, se imponen abundantes dosis de resiliencia y perseverancia para los candidatos en búsqueda laboral. El 2019 asoma hoy como un período de oportunidades sectoriales, específicas, sólo para algunos. Habrá que aguantar y apostar, una vez más, por el ya trillado segundo semestre.

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