El turismo es uno de los sectores económicos más importantes a nivel mundial. En 2019 generó un 10% del PIB y empleo mundial. En Argentina, ese año las exportaciones turísticas representaron el 7,1% de las exportaciones totales (U$S 5.241 millones) y el empleo del sector explicó 7,1% del total registrado del sector privado (460.000 puestos de trabajo).
Así, para nuestro país, que lleva 10 años de estanflación, con nula creación de puestos de trabajo de calidad en el sector privado, y que sufre crónicos problemas de falta de divisas, el turismo podría ser un sector clave al cual apuntar en la estrategia económica. Con la pandemia por Covid-19, las restricciones a los movimientos de personas llevaron los flujos de turismo a niveles mínimos, especialmente el turismo internacional.
Argentina no fue la excepción. Considerando cifras correspondientes a los primeros siete meses de 2021, el turismo emisivo por todas las vías (aérea, terrestre y fluvial/marítima) ha resultado 95% inferior a los niveles pre-pandemia (enero-julio de 2019). Por su parte, el turismo receptivo acumulado hasta julio de 2021 ha resultado 98% inferior al de igual período de 2019.
Ante tal situación, en la pospandemia existirá una demanda contenida por viajes, que seguramente se recuperará en forma pronunciada una vez superados los mayores problemas sanitarios. Pero muy probablemente habrá cambios respecto a las preferencias de los turistas, al menos al inicio, como ya se observó en los últimos meses: aumentarán su participación el turismo al aire libre, el de baja densidad (rural y otros), los viajes nacionales e internacionales a destinos relativamente cercanos, entre otros.
En el nuevo contexto, inicialmente podrán lograr mayor inserción los países con buenos paisajes y grandes extensiones, con turismo de relativamente baja densidad y con actividades turísticas más dirigidas al aire libre.
El índice de Competitividad Turística
¿Cómo se encuentra posicionada Argentina para aprovechar las oportunidades que ofrecerá el turismo post pandemia? La principal ventaja es que se encuentra bien posicionada en algunos de los temas que serán importantes para la reactivación del sector tras el Covid-19. Considerando el Índice de Competitividad de Viajes y Turismo del Foro Económico Mundial (2019), Argentina se encuentra ubicada en muy buenas posiciones del ranking mundial en los componentes "Recursos Naturales" (16°), "Salud e Higiene" (14°) y "Recursos culturales?" (14°).
En el ranking global de este índice, se encuentra en la posición 50°, por debajo de México (19°), Brasil (32°) y Perú (49°), y por encima de Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay.
¿En qué capítulos del índice se encuentra Argentina peor posicionada? En temas como "Seguridad" (99°), "Infraestructura terrestre y portuaria" (103°), "Ambiente de negocios" (135°) y "Sustentabilidad ambiental" (136°).
Es decir, Argentina se ubica en buenas posiciones en el ranking de competitividad turística cuando depende principalmente de factores exógenos, como la naturaleza, los paisajes, y no tan bien cuando depende de las políticas públicas y la capacidad de lograr buenas decisiones colectivas. Se necesita, entonces, una política de Estado e integral para atraer turismo a Argentina, en forma sostenible.
"Salario turismo" para el receptivo y emisivo
Los precios, salarios, tipo de cambio e impuestos relacionados con el turismo indican que la situación actual (y probablemente la del año próximo también) puede brindar una buena oportunidad tanto para el turismo receptivo (atraer turistas extranjeros) como para que el emisivo resulte moderado (salida de argentinos al exterior).
Respecto al turismo receptivo, el poder adquisitivo de los turistas brasileños en Argentina se encuentra 5% arriba del promedio del período 2000 ? 2021, cuando se considera un mix entre tipo de cambio oficial y blue, es decir, se ubica en niveles relativamente favorables para realizar turismo en Argentina, siempre que dichos turistas puedan cancelar la mitad (o más) de sus gastos vía mercado cambiario informal.
En cambio, si se analiza el caso de Chile, el poder adquisitivo de su salario en 2021 resulta 55% mayor que el promedio 2000 ? 2021, cuando se usa un mix entre tipo de cambio oficial y blue.
Claro que, como plantea Jorge Vasconcelos en un reciente informe de Ieral, sería preferible que desde el Gobierno autoricen algún mecanismo para que turistas extranjeros puedan cambiar sus divisas a un tipo de cambio legal alternativo, en lugar de acceder al mercado informal.
Con relación a las posibilidades para hacer turismo emisivo, el nivel del salario industrial promedio existente en Argentina, al tipo de cambio para turismo (corregido por impuesto PAIS y anticipo de impuestos) de 2021, cuenta con un poder adquisitivo en niveles muy bajos, casi al mismo nivel que en el 2005, sólo resultando superior en las últimas dos décadas al observado en el período 2002?2004.
Los actuales precios relativos resultan, entonces, desfavorables para el turismo emisivo, y levemente favorables para el receptivo, de modo que con la reapertura masiva del turismo, Argentina debería exhibir una balanza turística menos desfavorable que en el pasado.
A futuro, lo normal para Argentina debería ser contar con una balanza de turismo superavitaria o al menos equilibrada, pero que dicha situación dependa cada vez menos de las restricciones cuantitativas y las distorsiones cambiarias creadas o derivadas (brecha cambiaria, impuestos a la compra de divisas, etcétera) y más de la competitividad turística y de todo lo que deben generar y modificar las políticas públicas. Porque paisajes, en cantidad y calidad, sobran.
