Esta semana se caracterizará por la publicación de los datos de inflación de las dos economías más grandes del mundo.
En Estados Unidos, el Indice de Precios al Consumidor de marzo que se conocerá el miércoles mostraría una suba de 0,3% con relación a febrero y 3,2% en términos interanuales, la misma variación que el mes anterior. A su vez, la inflación subyacente que excluye a los rubros más volátiles, reflejaría una leve desaceleración ubicándose en el 3,7% anual, una décima menos que en febrero.
La combinación de una inflación que baja lentamente con un mercado de trabajo sólido y un nivel de actividad que se sostiene, justifican que la Reserva Federal sostenga que no tiene apuro en bajar la tasa de interés. Muchos analistas creen que no se recortará en junio como hasta ahora descontaba el mercado.
El jueves será el turno de los datos de inflación de China que darán cuenta de una suba del 0,4% anual en el caso de los precios al consumidor mientras que la deflación continuaría en los precios a los productores con una caída de 2,8% contra marzo de 2023.
También el miércoles se publicará en Brasil el Indice de Precios al Consumidor Amplio y los analistas esperan una fuerte desaceleración. Habría subido en marzo 0,25% con relación a febrero y 4% frente al mismo mes del año anterior. El mercado estima que el IPCA cerrará el año por debajo del 4%.
Los datos de esta semana ratificarán la reciente tendencia global que muestra que los niveles de inflación se están reduciendo, aunque lo hacen más lentamente de lo esperado. El dato positivo es que ese proceso se produce sin alterar los niveles empleo y sin caer en una recesión que muchos analistas vaticinaban.
