Por Miguel Braun Secretario de Comercio del Ministerio de Producción
Los argentinos tenemos que trabajar mucho, con pasión e inteligencia en pocos grandes temas. Esos son los pilares que nos van a llevar a un país en crecimiento, con oportunidades para los que hacen, para los que trabajan, con oportunidades para todos. Pobreza cero quiere decir eso: oportunidades para todos. Salir al mundo, venderle al mundo el fruto de nuestro talento y trabajo, es uno de los pilares de este esfuerzo ordenado que tenemos que hacer para poner al país en el rumbo de la prosperidad.
Salir al mundo quiere decir trabajar mucho para que las pymes, los empresarios, tengan oportunidades de vender, de crecer. Casi 10,000 empresas argentinas tienen clientes en todo el mundo. La clave es que sean muchísimas más. Nos esperan 7.000 millones de consumidores.
Vamos a una integración comercial inteligente con el mundo. Nuestro país produce alimentos para 400 millones de personas y puede hacerlo para muchos millones más. El mundo compra cada vez más talento, conocimiento e inteligencia: nosotros tenemos un sistema educativo que forma profesionales excelentes. Tenemos muchos productos diferenciados, pero sobre todo mucho talento argentino para exportar.
Lograrlo requiere de mucho trabajo. Hay que hacer que comprarle y venderle al mundo no esté trabado por una barrera interminable de trámites. Por eso el Gobierno trabaja en la simplificación del comercio, en la Ventanilla Unica de Comercio Exterior, para que todo el comercio exterior esté online y haya menos trámites, más fáciles y más baratos. Cada día de demora es plata que pierde la pyme que exporta. Con la tecnología de hoy no hay más excusas: más trámites son menos exportaciones, menos inversión y menos empleo.
Salir al mundo es trabajar entendiendo las oportunidades y también los riesgos, que son muchos. Los países tienen que negociar de manera beneficiosa para todas las partes. Durante muchos años optamos por cerrarnos cómo única respuesta. Ahora salimos al mundo con una diplomacia comercial muy ardua, compleja, que lleva horas larguísimas de negociación. Lo hacemos con nuestros socios del Mercosur, en un esfuerzo coordinado que incluye la estrategia y la acción del Presidente, de la Cancillería, de un número importante de ministerios y sus funcionarios políticos y técnicos.
Estamos haciendo el esfuerzo correcto para conectarnos con este mundo complejo y que los argentinos ganemos.
Recuperamos las conversaciones Unión Europea-Mercosur, que son una gran oportunidad para ganar el gran mercado europeo para nuestros productos. Y ya tenemos resultados concretos: los 164 países que integran la OMC eligieron a Buenos Aires como sede de la Conferencia a realizarse en diciembre para coordinar políticas que mejoren los parámetros del comercio mundial. Es un momento único para mostrar el potencial de nuestro país y las capacidades que tenemos los argentinos.
Participamos de todos los foros y conversamos con todos los bloques. Durante estos 17 meses trabajamos con Brasil, Canadá, Estados Unidos, Chile, Colombia, México, Japón, Corea, la Unión Europea y muchos más. En esos encuentros ya hemos comenzado a explorar acuerdos de inversión, comerciales e inversiones. Y ya hay resultados: los limones que vuelven al mercado de los Estados Unidos; el acuerdo con Colombia para exportar 42.000 autos y la posibilidad de ampliar el ACE 6 con México.
El mejor argumento para salir al mundo y que a los argentinos nos vaya mejor es que tenemos todo lo necesario para lograrlo. Está la demanda, están los productos, está el talento y el conocimiento. Está también la posibilidad de hacer todo a mucha mayor escala. Ahora somos mayoría los argentinos que sabemos que se puede, entonces vamos a hacerlo.
