El titular del Sindicato de Gas y Petróleo, Guillermo Pereyra, se reunió ayer con representantes de empresas del sector para reactivar la negociación paritaria. El gremialista manifestó su intención de alcanzar el 40% de aumento salarial, de los cuales 8 puntos corresponderían a un atraso del año pasado y 32 a la suba salarial que aspiran para 2016. Fuentes empresariales adelantaron que es muy difícil afrontar la suma salarial exigida, en un contexto de baja de la actividad.
Además, la intención era discutir la aplicación del preventivo de crisis en la cuenca neuquina, medida que mantiene a 1.200 trabajadores suspendidos, con descuentos de hasta el 40% en sus sueldos. El esquema, que las empresas aspiran a prorrogar, vencela semana que viene.
Pereyra, quien además es secretario adjunto de la CGT Azopardo, pretende que la paritaria del petróleo no sea nacional. Considera que debe haber una negociación para los petroleros de la patagonia norte, donde la predominancia del gas le da un poco más de aire a la actividad, mientras que en el sur se siguen parando los equipos de perforación ante las caídas del crudo en todo el mundo.
Es un momento complejo para el sector petrolero, que viene teniendo dificultades para mantener los puestos de trabajo. El lunes, sin ir más lejos, trabajadores afiliados a la UOCRA bloquearon el acceso a la destilería de YPF en Luján de Cuyo, en protesta por el despido de 150 empleados de la firma contratista Metal 1. Al mismo tiempo, el Sindicato de Petroleros de Córdoba dispuso una protesta con toma de estaciones de servicio en esa ciudad por un reclamo salarial y para exigir un cambio en el convenio del sector.
