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Mapa del empleo: estancamiento con perspectivas de mejora

Informe del IDELAS-UCES.

12 agosto de 2016

“El agotamiento del proceso de estancamiento de la economía al comienzo del segundo semestre de 2015 dio paso a un nuevo ciclo recesivo que dejó un arrastre negativo para el nuevo año, el cual se potenció con las medidas destinadas a normalizar gran parte de las distorsiones de precios que generaba un sistema híper regulado y desconectado de los costos de producción o de importación, y agravó el cuadro laboral”. Así lo asegura un informe del Instituto de Estudios Laborales y Sociales de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (IDELAS- UCES) basado en los datos de Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que realiza el Ministerio de Trabajo y capta los movimientos en la órbita del empleo privado registrado. De todos modos, desde la casa de altos estudios destacaron que los empresarios siguen apostando y que son mayoría los que planifican ampliar sus dotaciones en el futuro.

El análisis del IDELAS --que toma datos desde el año 2006? señala que los números oficiales permiten advertir “una singular paridad entre las tasas de entrada y de salida de trabajadores desde fines de 2007, cuando la economía virtualmente culminó el ciclo de recuperación tras la severa crisis acumulada desde mediados de 1998”. Señala que desde ese momento se mantuvo una inercia expansiva del empleo formal que culminó a fines de 2011, momento en que se estancó. “Pese a que en el segundo trimestre de 2016 verificó un leve retroceso intermensual, en la comparación interanual se estancó, y contribuyó a ampliar mes a mes la tasa de vacancia en las empresas”, agregaron. La evidencia revela que los operarios y personas sin calificación laboral son los más afectados en momentos de crisis. Así, por ejemplo, el impacto del “cepo cambiario” en la construcción debilitó la actividad inmobiliaria y “fue una de las principales causas de la destrucción de puestos para los sectores más rezagados en términos de ingreso, como son las franjas que componen los operarios y los trabajadores con mínima instrucción que les impide calificar en una categoría ocupacional de mayor rango”.

Según la EIL, en mayo de 2016 la tasa promedio de entrada de trabajadores asalariados al circuito productivo y comercial privado fue negativa en 0,3% del total de la nómina, en comparación con el nivel de un año antes. La tasa de salida de ese mes, por su parte, subió levemente respecto de la registrada doce meses antes, principalmente en el segmento de los operarios, dado que prácticamente se estancó para la franja de los profesionales y técnicos, y declinó en 0,3 puntos porcentuales en la del personal sin calificación. Desde el centro de investigaciones de la UCES, consideraron que las medidas impulsadas por el gobierno de Mauricio Macri, destinadas a “normalizar gran parte de las distorsiones de precios que generaba un sistema híper regulado y desconectado de los costos de producción o de importación” agravaron el cuadro laboral que le fue heredado por el gobierno anterior. La severa contracción que afecta a la construcción y también al comercio minorista determinó que las mayores dificultades para acceder a un trabajo remunerado, en relación de dependencia en el sector privado, se concentrara en mayor medida en los segmentos que requieren baja o nula calificación profesional, con 77% del total, cuando un año antes se había reducido a menos del 44% de los puestos sin cubrir por los empleadores.

Pese al mal escenario, los datos relevados por la universidad permiten advertir que los empresarios mantienen en términos netos “una visión histórica de optimismo sobre el crecimiento del mercado de trabajo”.

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