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La UCA, la AFIP y los dos países

El Gobierno no tiene un relato, pero tiene una agenda cuyo primer punto es llegar a la pobreza cero y todas sus políticas deben apuntar a lograr ese objetivo.

19 agosto de 2016

Los datos del Observatorio de la Deuda Social de la UCA muestran que aumentó el número de pobres en Argentina en los últimos meses. Duele, pero no llama la atención porque es consecuencia de la suba de la inflación. Debe aclararse que los datos llegan hasta abril y, por ende, cabe suponer que el número de personas debajo del umbral de la pobreza siguió creciendo, dado que la inflación continuó en niveles altos.

El informe de la UCA también muestra que la situación era muy difícil a fines de 2015, luego de doce años de un Gobierno que tenía como uno de sus objetivos la inclusión social. Argentina creció durante buena parte de la última década, pero siquiera así se pudieron reducir sustantivamente los niveles de pobreza. Eso habla de deficiencias graves en la organización social. Ocurre que cada vez que sube la inflación aumenta la pobreza por ingresos porque crece el número de personas que ya no pueden acceder a un conjunto de bienes.

Ahora, este Gobierno se ha propuesto llegar a la pobreza cero. Es una consigna simple y con menos aspiraciones teóricas que las del kirchnerismo, pero su concreción es un enorme desafío. Queda claro, que en este tema y en tantos otros, este Gobierno no tiene un relato pero tiene una agenda. Ha cuantificado la medida de su éxito: pobreza cero. Será fácil, por lo tanto, definir si su gestión es buena o mala en función de ese parámetro.

Junto a esta situación social, se puso en marcha un perdón impositivo. Es una ventaja enorme para los que no han cumplido con sus obligaciones tributarias y por eso va a ser aprovechada masivamente. Casi todos los activos que se van a exteriorizar se generaron sin tributar los impuestos correspondientes en su momento y luego, tal vez durante años, no pagaron Bienes Personales. Todo quedará olvidado pagando el 10%, o nada si se compra un bono. El monto no declarado de activos que tienen los argentinos en el exterior es difícil de precisar, pero en ningún caso es a los US$ 250.000 millones y puede llegar a superar los US$ 400.000 millones. Los datos de la AFIP dicen que en Argentina se ha generado una riqueza importante y los de la UCA, que hay falencias graves en la distribución del ingreso. Eso refleja la enorme incapacidad para llevar adelante políticas públicas adecuadas para construir una sociedad más equilibrada.

Se van a exteriorizar activos por un monto alto. El Gobierno habla de un piso de US$ 20.000 millones. Está claro que la cifra será mucho mayor, pero se sugiere que será menor para que los funcionarios puedan decir luego que “se superaron las expectativas”. La responsabilidad del Gobierno no es hacer pronósticos, si no crear las condiciones para que el dinero se vuelque a actividades productivas. Que el blanqueo no se limite a ser algo impuesto por las circunstancias ante el temor de que en el mundo será cada vez más difícil mover capitales que no están debidamente registrados. También será tarea del Gobierno impulsar una reforma impositiva y ser más eficiente en el control de la evasión para que dentro de un par de años no haya que volver hacer otro blanqueo con alguna excusa que se encuentre en ese momento.

De todas maneras, no hay control que alcance si no existe la voluntad de todos los argentinos de vivir dentro de la ley. Por eso, el blanqueo debe aprovecharse para que el país crezca pero no sólo por los recursos que van a ingresar sino sentando las bases para un cambio cultural en la relación entre muchos argentinos y sus obligaciones tributarias (y así disminuir la presión tan alta para quienes están dentro de la ley). Con el crecimiento económico sólo no alcanza, pero es condición necesaria para avanzar en la resolución de los problemas sociales. Lograr la evasión cero es tan difícil como lograr la pobreza cero. Pero son objetivos que están vinculados. Si eso se entiende, será un aporte importante para que los próximos informes de la UCA nos muestren un país mejor.

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