Las pymes sin dudas atraviesan una situación difícil y ayer un nuevo dato de CAME ilustró esta realidad. La publicación de su Encuesta Mensual Industrial de junio mostró que la producción de las pyme cayó 5,9% contra el mismo mes del 2015, lo que arroja el índice el más bajo desde que la entidad empezó a medir la producción de las pyme, en enero de 2010. En el acumulado del primer semestre contra el mismo período del año pasado, en tanto, la caída fue de 4,4%.
Esta caída se da en un contexto de fuerte retracción del consumo, de la mano de una importante caída del poder adquisitivo del salario por la alta inflación, una merma de la actividad en general, y también en un contexto de fuerte incremento de los costos empresariales por los aumentos de tarifas.
En ese sentido, el promedio de las 250 empresas consultadas declararon un incremento mensual medio de 8,8% en sus costos de producción, mientras que sus precios de venta en promedio crecieron a 4,3%.
Las expectativas a futuro tampoco son buenas ya que solo 28% de los pequeños y medianos industriales consultado prevé una reactivación de la actividad en los próximos seis meses y, por esa razón, solo 12% tiene planes de inversión para 2016. Sin embargo, este dato implica una leve mejora, ya que en mayo sólo el 10,4% preveía inversiones.
