Una de las noticias fuertes de la semana pasada fue sin dudas el dato de pobreza del primer semestre, que mostró una mejora respecto al segundo semestre del año pasado y volvió a niveles cercanos a lo que se había registrado entre 2011 y 2013, previo a la devaluación de enero de 2014. Así, la pobreza se ubicó en 28,6% (y había sido, según mediciones alternativas, 30,3% en el último semestre de 2016 y 27,3% en 2013).
La nueva dinámica hacia la reducción viene siendo celebrada por los distintos informes de las consultoras, que además presentan augurios positivos de cara al futuro. La clave para lograr una continuidad de la trayectoria descendente de la incidencia de la pobreza sobre la población será la macro. Es decir, que la macro continúe mostrando recuperación y se consolide en un proceso de crecimiento. Y que la inflación logre en algún punto romper la inercia de 20-25% anual, como está empezando a insinuar.
Optimismo
El último panorama semanal de Federico Muñoz y Asociados festejó el nuevo logro en materia de pobreza y afirmó: “Semejante reducción de la pobreza constituye un logro ponderable pues se verificó durante la fase de ajuste de los severos desequilibrios macroeconómicos que legó el kirchnerismo”.
La clave para lograr una continuidad de la trayectoria descendente de la incidencia de la pobreza sobre la población será la macro. Es decir, que la macro continúe mostrando recuperación y se consolide en un proceso de crecimiento
Y además vaticinó: “Es muy probable que en este segundo semestre de 2017, con la continuidad del proceso de desinflación y la aceleración del crecimiento económico, la mejoría del indicador se profundice sensiblemente”. Eso ayudará a reducir el segmento entre la pobreza estructural y la no pobreza. Luego, será otro partido.
Equilibrios macro
Para la consultora Invecq la clave de la reducción de la pobreza está en los equilibrios de la macro. Su último informe hizo hincapié en esta cuestión comparando la evolución del índice de pobreza argentino contra los de otros países de la región. En los últimos diez años, mientras Argentina sólo logró reducir su pobreza en 29%, Uruguay lo hizo en 71%, Chile en 60% y Perú en 58%.
“Es muy probable que en este segundo semestre de 2017, con la continuidad del proceso de desinflación y la aceleración del crecimiento económico, la mejoría del indicador se profundice sensiblemente”, dice Muñoz y Asociados
Invecq concluye: “Al analizar la dinámica de la pobreza en contexto regional en los últimos diez años, encontramos que todos los países de la región pueden mostrar mejores resultados que la Argentina. Al buscar entre todos ellos un factor común y que a su vez los diferencie de Argentina, el contexto macroeconómico estable y previsible es sin dudas el diferencial”.
Al futuro
De esas manera, así como desde la consultora presidida por Esteban Domecq reconocen que la política social fue clave para esta reducción de los índices, “de acá en adelante, sin embargo, la política social no podrá continuar siendo el factor central de la reducción de la pobreza”. Por el contrario: “Lograr un crecimiento económico estable y sostenido por varios años y continuar reduciendo la inflación y dinamizar el mercado laboral deberían ser los elementos centrales para darle continuidad al proceso de reducción de la pobreza”.
Y vaticinan: “Estimamos que para el final del mandato de Mauricio Macri, la tasa puede haber caído hasta el 25% y perforar el 20% en el año 2023”.
