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La IED fue una leve llovizna en 2016

Según datos del BCRA, la salida del cepo hizo retraer la reinversión y disparó los pagos al exterior

26 octubre de 2017

Por Mariano Cúparo Ortiz

El BCRA publicó ayer el informe Las inversiones directas en empresas residentes a fines de 2016, que informó respecto a los flujos de ingreso de la IED durante el año pasado, el primero tras el cambio de estrategia respecto a la captación de este tipo de inversiones. El informe mostró que en el año entraron en total US$ 395 millones por esta vía. Es decir, una tenue llovizna.

Seducir al capital

La IED es la vedette entre las inversiones que pueden ingresar desde el extranjero. La deuda, con la obligación de pagarla con intereses, se sabe, resulta problemática si no se la utiliza para generar las condiciones para su propio repago, ahorrando divisas vía sustitución de importaciones o generándolas con exportaciones. La de portafolio, por su propia naturaleza especuladora, y al ser de corto plazo, tiene una velocidad de reacción muy fuerte para irse así como vino.

La directa, en cambio, aunque vía remisión también puede tener costos altísimos a futuro (en argentina los Tratados Bilaterales de Inversión (TBI) vigentes y la propia Ley de Inversiones Extranjeras propician la libre remisión), al enterrar fierros y generar mejores condiciones productivas, goza de buena fama. Por eso, tal como destacó el informe del BCRA publicado ayer, “a partir de diciembre de 2015 se fueron adoptando una serie de medidas con la finalidad de estimular las inversiones en el país, para lo cual, juntamente con la normalización del acceso al mercado de cambios, se flexibilizó la regulación favoreciendo una mayor libertad a los movimientos de capitales con el exterior”.

Leve llovizna

Esa política generó, de primera mano, que las empresas de IED cancelaran deudas con sus casas matrices e inversores, “tanto instrumentos de deuda como utilidades no distribuidas, que habían ido acumulando en el período caracterizado por mayores restricciones cambiarias operante entre 2011 y 2015”. En ese sentido, el BCRA destacó: “Como resultado de la normalización del acceso al mercado cambiario, se registraron cancelaciones netas de deuda con empresas vinculadas por US$ 4.768 M, alcanzando un máximo histórico en la serie relevada, con pagos netos de deuda comercial por US$ 4.063 M y de deuda financiera por US$ 705 M”. Como contrapartida, en cambio, ingresaron “aportes netos de capital y reinversión de utilidades por US$ 3.279 M y US$ 56 M por transferencias accionarias”, lo que generó un ingreso neto de IED por US$ 395 M (por lejos el nivel más bajo desde 2005). En 2015 había sido US$ 15.264 M (desde la entrada del cepo protagonizó la reinversión). Por ahora una leve llovizna. La incógnita es a futuro.

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