Una infografía elaborada por el Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV señaló que la canasta de bienes y servicios de vacaciones de invierno aumentó 70% entre el receso de julio de 2015 y el que comenzará la próxima semana. Según se desprende de la investigación, se espera un receso más flojo en los principales puntos turísticos del país.
"El turismo interior en temporada invernal es uno de los principales motores de numerosas economías regionales", apuntó el estudio y agregó que "entre los factores que influyen sobre los flujos turísticos en el corto plazo, se destaca en primer lugar la relación entre precios internos y salarios". También apuntó como factores importantes, pero secundarios, "la incidencia la tasa de interés y el tipo de cambio".
El análisis destacó la reducción en la ocupación hotelera de 25% respecto al pico del invierno del año 2015 y apuntó que más del 20% de los establecimientos hoteleros cerraron o piensan hacerlo. "Si se adicional aquellos que decidieron abrir sólo en temporada, acumulan más del 50%", añadió.
Según los investigadores, este escenario determinó la reducción de los márgenes empresarios del sector del 40% de la facturación total al 20% en menos de dos años.
En cuanto al nivel de actividad, el turismo social, típico de jubilados y colectivos de estratos medios/bajos, disminuyó 30% respecto a 2015. "Las previsiones más pesimistas marcan que, a nivel general, la actividad turística este invierno se reduzca hasta 10% respecto al año pasado", estimó el informe.
Respecto de los costos de las vacaciones de inverno, los precios de productos por separado presentan una alta dispersión, con incrementos que van desde el 55% al 100%. "Más aún, en una apertura por nicho de poder adquisitivo, las canastas de vacaciones más 'austeras' son las que más aumentaron", remarcó la publicación de la UNDAV.
"A partir de paritarias salariales fijadas en función de una meta de improbable cumplimiento, se espera un segundo año de salarios reales a la baja. Eso conlleva una actitud más conservadora en muchas familias a la hora de tomar la decisión de 'salir de vacaciones de invierno'", consideraron los analistas. Según precisaron, en los estratos más altos tuvo relevancia la apreciación cambiaria de 2016 y la primera parte de 2017, lo que generó un incentivo para el turismo invernal en el exterior, pero aclararon que "la reciente escalada del dólar no necesariamente atenúa esta 'fuga turística' ya que la mayor porción de estos paquetes turísticos se adquiere con antelación".
