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Ilusión monetaria: la mejor en pesos, la peor en dólares

Al límite, la última semana de septiembre fue un latigazo. El dólar fuga saltó 10%, los bonos cayeron 6%, el riesgo país rozó los 2.600 puntos y la Bolsa sigue con una baja vertical en dólares.

Octubre arranca con subas de precios, luego que mediciones privadas dan un IPC de setiembre del 11%.
Octubre arranca con subas de precios, luego que mediciones privadas dan un IPC de setiembre del 11%.
Luis Varela 02 octubre de 2023

Después de una última semana de septiembre desastrosa, con salto del 10% en el dólar fuga, derrumbe en acciones y bonos, y con el riesgo país rozando por momentos los 2.600 puntos básicos, probablemente el mercado argentino abra hoy octubre con secuelas por el resultado del debate de anoche entre los cinco candidatos presidenciales que supimos conseguir.

Con las primeras consultoras privadas (como C&T) marcando que septiembre finalizó con un IPC del 11%, economistas de todo el espinel advierten que el plan platita repartido por Massa, con el solo objetivo personal de su plan llegar a ser presidente, acaba de poner en un gran riesgo a la economía argentina. Y el peligro no es futuro, sino presente: la híper abundancia de emisión provoca una ilusión: en el balance del mes se ve que muchas inversiones subieron si se miden en pesos, pero en realidad tuvieron fuertes pérdidas si se miden en dólares.

Y en el mes, además, se observan distorsiones gigantescas. Por ejemplo, en septiembre, punta a punta hay empresas cuyas cotizaciones tuvieron subas del 10% al 30% (como Capex, Rosenbusch o IRSA), mientras que al mismo tiempo otros papeles sufrieron caídas del 20% al 31% (como Banco Francés, Banco Macro, Metrogas, Banco Supervielle, Camuzzi, Grupo Galicia, Boldt, Introductora, Morixe y Laboratorio Richmond).

Este mayor temblor de todos los momentos complicados que van mostrando los mercados globales se ve a nivel local, a menos de tres semanas de la primera vuelta presidencial. Pero el patrón de todo el movimiento sobresale también en el exterior, más precisamente en la lucha que desarrollan los principales bancos centrales frente a una inflación mundial que se resiste a bajar.

El dólar en el exterior

Al cierre de la semana pasada la curva de las tasas de los bonos largos de EE.UU. se siguió aplanando, con los de mayores plazos anotando rendimientos que se acercan cada vez más a lo que registran los bonos más cortos: se pagó 5,5% anual por papeles de la Fed a 1 año de plazo, 4,6% a 5 años, 4,6% a 10 años y 4,7% a 30 años, son las tasas de interés más altas desde 2007.

Con semejante premio, de cobro asegurado, en el balance semanal el súper dólar acaba de tener otro momento de brillo: subió 1,9% en Brasil, 1% contra el franco suizo, 0,7% contra el euro y el yen, 0,3% contra la libra, no cambió en China y tuvo una baja del 0,5% en Chile.

Las commodities mixtas

Y esas tasas de interés tan altas también mantienen a las materias primas en movimiento. Algunos valores son aplastados por la tasa estadounidense, pero el recorte de la producción por parte de la Opep y Rusia como driver determinaron que el petróleo saltara en septiembre nada menos que 8,9%, mientras que detrás el aluminio se destacara con un avance del 6,8%, con el maíz de Rosario mostrando la cabeza con una mejora del 3,5% y el Bitcoin resistiendo con una suba del 2,8%, el resto fue todo para abajo.

En septiembre, en Rosario el girasol no se movió, la soja bajó 0,9%. En el mundo el cobre perdió 1,9%, el sorgo santafesino estuvo 3,1% abajo, la onza de oro se desplomó 4,8%, la soja de Chicago se hundió 6,2%, el níquel perforó una caída del 8,1%, la onza de plata desbarrancó nada menos que 9,3% y el trigo rosarino, con la intervención oficial en la harina para que el pan no estallara, tuvo un achique histórico del 14%.

Inversores de salida

El gran cimbronazo de todas las inversiones, cumula el país, hace que ahorristas e inversores estén de salida, abandonando el peso, pagando el precio que sea. Por eso, la semana pasada el contado con liquidación saltó nada menos que 10% hasta un récord histórico de $828,16, mientras que el blue escaló 7,4%, el MEP (aplastado por venta de reservas y bonos) igual tuvo una suba semanal del 2,8%, todo con los dólares oficiales congelados desde el día posterior a las PASO, un mes y medio con el tipo de cambio atrasándose, con una inflación que vuela.

A lo largo de toda la semana, con presión mucho más profunda el miércoles, el jueves y el viernes, fue tan grande la presión cambiaria que el BCRA tuvo que quemar dólares y bonos como nunca. En la semana el Banco Central perdió reservas por US$ 330 millones, y en todo septiembre se le fueron US$ 894 millones, con el acuerdo con el FMI completamente roto: la idea era sumar US$ 800 millones en los últimos cuatro meses del año, en septiembre se le fueron casi US$ 900 y el último trimestre siempre es la parte anual con menos ingresos y más gastos fiscales.

En cuando a lo que pasa con el dinero en los bancos tampoco hay buenas noticias. Impedido por una deuda en Leliq que ya supera los $22 billones, el Banco Central debió mantener quietas las tasas de interés a pesar del salto inflacionario, por lo que los plazos fijos pagaron 9,04% mensual, contra un salto del 11%, y desde hoy se viene un aumento en casi todos los precios, provocado por la emisión, la desconfianza y la suba del dólar: octubre arranca con más aumentos en prepagas, colegios, cable y alimentos. 

Por supuesto, la venta masiva de bonos -para ver si anclaban los dólares presionando al MEP- hizo que los títulos públicos tuvieran una fatídica última semana de septiembre, con un derrumbe del 6,1% y con el riesgo país en 2.543 puntos básicos, con gran caída sobre todo en los bonos en pesos, que obviamente son ley argentina, en un movimiento que se incrementó porque surgieron rumores de reperfilamiento o reestructuración futura.

Las bolsas para abajo

Pero donde más se notó la ilusión que quiere crear Massa con este gigantesco reparto de dinero se pudo ver con suma claridad en lo que pasó con la cotización bursátil local: el índice S&P Merval fue el mejor de todo el mundo medido en pesos, con una suba del 2,4%, pero a la vez el peor de todos, con un desplome del 4,6% medido en dólares.

En realidad casi ninguna Bolsa se salvó. En la semana la Bolsa de San Pablo mejoró 0,5% (pero el dólar subió 1,9% semanal en Brasil, de 4,93 a 5,03 reales), mientras que el tecnológico Nasdaq sobrevivió con un aumento del 0,1%, no hubo cambios en la Bolsa de Chile, Madrid bajó 0,8%, Frankfurt achicó 1,1%, el industrial Dow Jones de NY cedió 1,3%, México bajó 1,6%, Tokio cayó 1,7%, pero lo peor estuvo en las Bolsas chinas, que están enfrentando un temblor inmobiliario, con la suspensión de la cotización del gigante del sector Evergrande y el arresto domiciliario del presidente de esa empresa, Hui Ka Yan.

El contexto inflacionario

Acaba de salir un insólito Indec blue, con el que según la última medición semanal inflacionaria marcó una diferencia del 1,7%, con alimentos y bebidas por arriba del 2% (veremos que IPC anuncia el Indec auténtico el próximo 12 de octubre, diez días antes de las urnas).

Pero por como vienen las cosas, durante todo el fin de semana los mayoristas ya avisaron que desde hoy llegan listas nuevas con subas del 15%: "los costos no dan aunque no hayan ventas, es posible que se venga un gran fogonazo, y nadie sabe si podrá reponer mercaderías en sus góndolas".

Por el momento, no se espera que haya un ganador electoral en primera vuelta. Por lo menos eso surge de los contratos de dólar a futuro que se pactan en el Rofex: el dólar oficial vale hoy $ 350, los contratos de fin de octubre se pactan a solo $ 386, pero para fin de noviembre (con el balotaje ya adentro) se hacen a $ 509 y para fin de enero (con el nuevo gobierno ya instalado) se transan a $ 800, el oficial.

Pero habrá que ver qué pasa hoy con todo el dinero que entra en las cuentas de los inversores privados que no participaron de las licitaciones de deuda de la semana pasado. Hoy entra la renta de una montonera de bonos (BN2M4, BN2M6, BN2S4, BNM26, BNS24, BUC2O, IRCBO, IRCDO, MTCGO, PAA0, PAE0, PAE5, PAP0, PARA, PARE, PARP, PARY, PAVA, PAVP, PAVY, PAY0, PAY5, PBS24, RFCDO, T2V4 y YMCJO) y la renta y la amortización de los bonos CWC1O, CWC2O y PROR3. Sin dudas, todo ese dinero presionará buscando salida del peso.

En las mesas de las ALYC repiten "los que dicen que viene en 2024 mejor, deben entender que no habrá súper cosecha (por lluvias muy desiguales), y además el vertical crecimiento de Vaca Muerta se detuvo: de producir 649.000 barriles al día en marzo ahora la actividad cayó a 632.000. Y las inversiones en minería están en veremos, por lo menos hasta que se conozcan los primeros 100 días del próximo Gobierno. Ver para creer, es lo que dicen los inversores, ya no creen más en las promesas argentinas".

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